Opinión

Desidia hispánica

Leo en ‘La Región Internacional’, 18/10/2017: ‘España dona a Cuba más de 200 textos militares de interés histórico’. “El Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército de España (IHCM) donó al Instituto de Historia de Cuba (IHC) 204 libros editados entre 1858 y 2011, dentro de un programa de colaboración que incluye además investigaciones conjuntas sobre la ‘rica historia’ compartida entre ambos países. En el acto de donación en La Habana, el consejero de Defensa, Militar Naval y Aéreo de la Embajada de España en Cuba, coronel Salvador Cuenca Ordiñana, declaró que de las más de 2.300 cajas de documentos que el Ejército español sacó de la isla en 1898, unas 2.100, aún no han sido abiertas”.

Desconozco si es un error tipográfico y son 210 las cajas no abiertas o de verdad son 2.100 las que en un almacén de no se sabe bien donde aguantan polvo desde 1898. Tampoco vi la cara de los historiadores cubanos cuando el coronel español hacía alarde de ‘flojera’ hispánica al declarar que en España hay 2.100 cajas con mapas, libros, objetos, fotos y trozos de Cuba qué a los españoles, después de 119 años, no les dio tiempo de mirar.

Los 200 textos militares donados podrían caber en una de las cajas, es decir, que el acto de entrega podría repetirse 2.100 veces. 

La desidia hispánica es casi un bien de interés cultural. Viviendo y estudiando en Caracas, al pie del Guaraira Repano (Parque Nacional El Ávila), cordillera formada por tres picos, me enteré que en enero de 1800 los primeros en medir su pico más alto fueron el naturalista alemán Alexander von Humboldt y el naturalista francés Aimé Bonpland. Caracas, que fue fundada en 1567, tuvo que esperar 233 años a que viniese un alemán a medir la altura del pico bajo el que duerme. Tal vez de aquí a 233 años baje el número de cajas venidas de Cuba sin abrir.