Opinión

El eje de Moscú

Con motivo del septuagésimo aniversario de la victoria soviética contra el nazismo en 1945, Moscú reunió a través de un flamante desfile militar, a una diversidad de actores cuyas perspectivas parecen presagiar una nueva correlación de equilibrios y fuerzas en la geopolítica global.
Para el anfitrión Vladimir Putin, la presencia en Moscú de los mandatarios de China, India, Cuba y Venezuela, entre otros, da a entender las bases de esta nueva correlación geopolítica. El acercamiento entre Rusia y China es cada vez más estratégico y estrecho, un apartado donde Beijing juega con ventaja su inobjetable músculo económico mientras que para Rusia, la alianza con China se observa desde una relación de cierta dependencia económica. 
Completada esta ecuación con la presencia india, que denota la pretensión por reforzar el eje BRICS, la asistencia a Moscú del presidente cubano Raúl Castro y de su homólogo venezolano Nicolás Maduro Moros evidencia a las claras los nuevos sistemas de alianzas rusas en pleno hemisferio occidental, con particular incidencia en los campos energético y militar.
La crisis ucraniana pareció convencer a Putin sobre la necesidad de reconfigurar las alianzas estratégicas rusas, proceso inmediatamente evidenciado con la súbita incorporación de Crimea a la soberanía rusa. Realizado a través de un referendo popular rápida y preventivamente inducido, Moscú pretendió advertir a Occidente (en especial la OTAN y EE UU) de no jugar con la alteración de la influencia rusa en lo que hoy todavía se sigue considerando (incluso hasta con cierto tratamiento despectivo) como la periferia exsoviética.
Todo ello observando en qué medida la fricción entre Rusia y Occidente se intensifica en el terreno militar, con particular incidencia en los ejercicios de la OTAN cerca de las fronteras rusas y de su pretensión por expandir la Alianza Atlántica en este territorio. Rusia, y en menor medida China, también han acercado posiciones hacia el gobierno griego de Alexis Tsipras, un aspecto que altera estratégicamente la correlación de fuerzas de poder dentro de la atribulada Unión Europea (UE). Puede que el desfile del pasado 9 de mayo presagie eventualmente el final de una era.