Opinión

Nacionalismo policial

Como saben la mayoría de los lectores, hay un gran debate mediático en España a raíz de la muerte de un empresario catalán en las calles de Barcelona, tras ser golpeado con total impunidad por media docena de los Mossos, la policía autonómica de Cataluña. La sociedad catalana –tan distinta de la del resto del Estado– está dando un ejemplo de civismo enfrentándose a la censura del Gobierno catalán, empeñado en ocultar pruebas, proteger a los presuntos delincuentes e intimidar a la población. Los medios del resto del Estado cargan con toda su fuerza contra el cuerpo policial catalán y, aprovechando la coyuntura, contra todo lo catalán, un tema muy recurrente para el nacionalismo español, que no soporta ver cómo emerge y se consolida el sentimiento de la mayoría del pueblo de Cataluña por ser independiente de un Estado, el español, que sólo le ha dado disgustos y desprecios. Cualquier denuncia contra los abusos policiales está muy bien y es muy necesaria en la España postfranquista –la Transición de los cuerpos policiales de la Dictadura fue una burla a sus víctimas–, pero sorprende el empeño de los periódicos de Madrid en defender a la víctima de la policía catalana cuando todos sabemos –todos– que en el resto del Estado, especialmente en el País Vasco, llevamos décadas viendo la impunidad de ciertos –unos pocos son demasiados– abusos y crímenes policiales sin que apenas se escriba una línea en los periódicos a pesar de las denuncias de organizaciones internacionales. Esto llevamos treinta años tapándolo.

[email protected]