Opinión

Por la ‘Ribeira Sacra’ hasta Santo Estevo de Ribas de Sil

Por la ‘Ribeira Sacra’ hasta Santo Estevo de Ribas de Sil

Estamos en el ‘concello’ de la provincia de Lugo nombrado O Saviñao, a fin de conocer una de las muchas construcciones religiosas por las que esta incomparable tierra ostenta el epíteto de ‘Ribeira Sacra’. He aquí la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño. Edificada a fines del siglo XII, se trata de uno de los ejemplares más formidables del arte románico rural gallego. A causa de un margen empinado del río que le otorga su nombre, su ubicación obligó a construir una cripta, de tal modo que pareciera estar colgada sobre los soleados viñedos. Cincelada en granito, su fachada evoca la obra del Maestro Mateo en el Pórtico de la Gloria. Vamos después a la iglesia de San Paio de Diomondi con su romería de Nuestra Señora de los Remedios. Si continuamos el curso del río Miño, alcanzamos la visión de un templo románico de finales del siglo XIII que formaba parte del monasterio de San Agustín. Antes de llegar a San Martiño, nos encontramos con el mirador de A Cova. ¡Magnífica la perspectiva de la garganta del Miño! Henos ante el ‘Cabo do Mundo’. Rumbeamos hacia el ‘concello’ de Pantón, donde admiramos el monasterio cisterciense de Santa María de Ferreira, todavía habitado por una breve comunidad de monjas. Proseguimos hasta llegar a la iglesia del antiguo monasterio de San Miguel de Eiré, del siglo X, estrechamente relacionado con el románico de Castilla. La torre-mirador semejara dividir el templo en dos partes: la humana y la divina. Admirables son las pinturas de la bóveda interior y el ‘Pantocrátor’. Vamos ahora a la iglesia de Santo Estevo de Adán, que pertenecía al monasterio fundado por el obispo Odoario de Lugo durante el siglo VIII. Debido al severo castigo que le infligieron los musulmanes, se reconstruyó entre los siglos XII y XIII. Contemplamos sus celosías prerrománicas así como el conjunto pictórico en el cual sobresalen la Anunciación, San Gabriel y la Virgen María. Nos dirigimos hacia la iglesia de San Vicente de Pombeiro, de los siglos XII y XIII. Ya en el corazón de la ‘Ribeira Sacra’, nos adentramos en el ayuntamiento de Carballedo. ¡He ahí la iglesia de Santo Estevo de Chouzán! Su templo fue trasladado piedra a piedra en 1962 con el fin de evitar que quedase anegado al construir la presa de Belesar. Es monumento histórico-artístico desde 1950. En su interior, las pinturas representativas del Juicio Final. Ahora emprendemos el viaje en dirección a Nogueira de Ramuín. Estamos en Os Peares, donde el Miño mezcla sus aguas oscuras con el Búbal y los verdes del Sil. Henos ya delante del monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil. Data del siglo XII, si bien su origen se remonta al siglo X. En la ladera meridional del río Sil, el edificio del convento fue completamente rehabilitado y, desde hace unos años, está integrado en la red de Paradores Nacionales del Estado. La época de esplendor de este monasterio se cumplió cinco siglos después de su fundación. En el Claustro de los Obispos hallamos sus sepulturas, representándose en el escudo del monasterio nueve mitras. De fachada barroca, nos muestra elementos románticos, góticos, renacentistas y propios del estilo del Barroco. En el interior, el retablo pétreo con las huellas del arte del Maestro Mateo. Entre las dependencias del monasterio, la cocina y la escalera de honor junto a la portería, con una bella bóveda de crucería y nueve rosetones decorados.