Opinión

Redondela de Galicia: iglesias, hórreos, cruceros

Redondela de Galicia: iglesias, hórreos, cruceros

Continuamos callejeando por la esplendente villa de Redondela de Galicia, cuando nos hallamos ante la iglesia de Santiago, existente desde el siglo XIII. La edificación actual, no obstante, corresponde a fines del siglo XV y principios del XVI, con ulteriores modificaciones. En su interior nos encontramos con el sepulcro del siglo XVI, que luce las armas del abad Don Vasco Machado al igual que la talla del Cristo de los Navegantes, del siglo XVIII. He ahí el ‘cruceiro’ de ‘O Carballo’, construido por la familia Ochoa en 1790. En la cruz tenía un menudo candil de aceite que sufragaba el “gremio” de ‘Os Mareantes’, habiendo sido en la antigüedad lugar de reunión del vecindario para adoptar decisiones, a la sombra de un roble que le otorga su nombre a la calle. Ya en el cementerio de ‘Os Eidos’ –proyectado en el siglo XIX–, observamos elegantes esculturas pétreas. Henos ante la ‘Antiga Casa do Concello’, construida en 1788, que fuera levantada para albergar la sede del Ayuntamiento, cuando con anterioridad en su mismo emplazamiento hubo un almacén de sal. La denominada ‘Casa de Casto Sampedro’, donde nació en 1848 uno de los más sobresalientes estudiosos de las artes y la cultura gallega. Fundador de la ‘Sociedad Arqueológica’ de Pontevedra así como miembro de la ‘Real Academia Galega’. Se trata de una casa “vilega” tal vez del siglo XVIII. Estamos ahora ante el ‘Hórreo’ de la ‘Rúa da Leña’, situado en la encrucijada de dos calles: el lugar en el cual antiguamente se vendía leña para los hogares. El ‘hórreo’ conserva, en esencia, su estructura original. Nos encontramos ya en el barrio marinero “da Esfarrapada”. Las llamadas ‘Casas dos Soportais’ eran viviendas de los marineros, cuyos ‘peiraos’ los empleaban para guardar los aperos de pesca y, a la vez, para ponerse a cobijo frente a las inclemencias del clima. Las ‘Casas vilegas’ de índole marinera eran de gentes vinculadas al mar, que exhiben un estilo entre rural y urbano. Algunas de ellas mantienen en sus muros de piedra restos del encalado que utilizaban como medida de higiene. Llaman la atención aquellas que nos muestran ‘solainas’, con ‘canzorros’ sobre los que se asienta el balcón. El ‘Viaducto’ a Pontevedra fue inaugurado en 1884, el cual presenta una estructura totalmente de hierro, excepto las cepas y los tramos de acceso que son de piedra. Actualmente sigue en funcionamiento. He aquí el ‘conxunto de Hórreos’. Si bien en su origen había más, se conservan ahí, en lo alto de la villa: un lugar muy apropiado para la conservación de las cosechas, al aprovechar las corrientes de aire. Como es característico de los ‘hórreos’ de las Rías Baixas, utilizan el granito en toda su estructura. Existían, asimismo, los hechos de madera; pero no resistieron el paso del tiempo. Estoy delante de la ‘Casa Fidalga’, emparentada con la familia Sotomayor, que otrora tenía adosada una capilla dedicada probablemente a San Telmo, patrón del gremio de ‘Os Mareantes’. ¡La ‘Capela de Santa Mariña’ y la ‘Fonte do Mouro’! De estilo barroco, dedicada a la gallega Santa Mariña. A su fuente, a pocos metros, se le atribuían, en pasados tiempos, propiedades curativas. La ‘Fonte de Santiago’ –de fines del XVIII e inicios del XIX– nos muestra en el centro la imagen de Santiago Apóstol que da nombre a su plaza.