Opinión

El ‘Camino Portugués’ en la ‘Ruta Xacobea’ hacia Compostela

El ‘Camino Portugués’ en la ‘Ruta Xacobea’ hacia Compostela

¿Quién podría dudar de que el culto jacobeo ha tenido en el ‘Camino Portugués’ una geografía fundamental para comprender la auténtica dimensión universal del acontecer de las peregrinaciones? Hemos de decir que esta ruta jacobea cobró significación, más que nada, desde el siglo XII, después de la independencia de Portugal, a mitad de la centuria. Conviene saber que su trazado recibe el legado de las “vías” y antiguos caminos. Tal es el caso de la célebre “Vía XIX”, construida durante el siglo I después de Cristo, la cual enlazaba Braga con Astorga a través de Ponte de Lima, Tui, Pontevedra, Santiago y Lugo. Una de las viejas ‘calzadas’ romanas más sobresalientes, puesto que fue capaz de vertebrar la denominada ‘Gallaecia’.
Ahora bien, a partir del siglo XII, la afluencia de los peregrinos hacia el norte de la Península fue constituyendo conexiones no sólo de índole espiritual sino también cultural y económica: lazos del ser humano que las fronteras políticas jamás han podido resquebrajar. El “enxiemplo” de reyes y nobles así como de respetados clérigos destacó señaladamente a fin de asentar una venerable devoción “xacobea”. Rememoremos aquella famosa peregrinación de doña Isabel de Portugal –la llamada ‘Raíña Santa’– en el siglo XIV, quien ante el altar de Santiago Apóstol ofrece su corona, además de haber querido ser enterrada en Coímbra con un “bordón” de peregrina.
Evoquemos asimismo cómo el rey portugués Manuel I peregrina desde Lisboa a Santiago en 1502, ordenando, como recuerdo de su estancia en Compostela, que una lámpara alumbre día y noche la catedral santiaguesa, para lo cual asignara una renta anual. De tal modo se acrecentó la secular impronta en tierras de la vieja Lusitania del “fenómeno xacobeo”, que incluso la misma red viaria de Portugal se configuraría así, de sur a norte, pasando por los lugares que el ‘Camino Portugués’ iba estableciendo para Galicia. Lisboa, Santarém, Coímbra, Porto, Barcelos, Ponte de Lima y Valença do Miño, donde el itinerario cruza el río Miño y penetra en Galicia.
No conviene olvidar que a lo largo del siglo XIX –el de menor afluencia de peregrinaciones debido a las nuevas ideas de la Revolución francesa al igual que la invasión de España por las tropas napoleónicas– el ‘Camino Portugués’ se transformó, sin embargo, en la ‘vía xacobea’ más preponderante. Durante esa centuria, a juicio de los historiadores, un número superior al 80% de los peregrinos extranjeros fueron de nacionalidad portuguesa. Digamos que la ‘Ruta’ entra en Galicia por la ciudad de Tui. Atraviesa la localidad de O Porriño, prosigue en dirección hacia la villa de Redondela, luego a Caldas de Reis hasta alcanzar la villa de Padrón, donde se custodia el célebre ‘Pedrón’ de la hermosa leyenda.
Si continuamos nuestro camino, llegaremos a la antigua ciudad romana de Iria Flavia, antes de alcanzar la anhelada Compostela. Una alternativa a esta ‘vía’ también es el llamado ‘Camino Portugués por la Costa’ el cual entra en Galicia por la villa de A Guarda, llega hasta la espléndida Baiona A Real, pasa por la ciudad de Vigo –balcón abierto al océano Atlántico y América– y en Redondela confluye con el resto de la ‘Ruta Xacobea’.