Opinión

Rajoy de IVA y vuelta

La anunciada marea de protestas sociales que le espera al gobierno de Mariano Rajoy tras anunciar las medidas de ajuste más drásticas y draconianas en la historia económica española, obliga a considerar una reflexión sobre el modelo económico que está por erigirse tras la crisis global aparecida en 2008.

La anunciada marea de protestas sociales que le espera al gobierno de Mariano Rajoy tras anunciar las medidas de ajuste más drásticas y draconianas en la historia económica española, obliga a considerar una reflexión sobre el modelo económico que está por erigirse tras la crisis global aparecida en 2008.
El ‘paquetazo’ de Rajoy estipula una inédita subida del IVA al 21% a partir del 1º de septiembre en diversos productos, principalmente de ocio y algunos de lujo, intentando no tocar artículos de la cesta básica, especialmente alimentación. El resto es una drástica reducción de salarios y pagas extras a funcionarios públicos y reducción de las prestaciones por desempleo en un país con más de cinco millones de parados, el 21% de la población económicamente activa, con la tasa de paro más elevada a nivel europeo.
Las medidas anunciadas el pasado 11 de julio evidencian la pérdida de soberanía económica y política española, a manos de la ‘troika’ UE-FMI bajo la batuta de la canciller alemana Ángela Merkel. Mientras los mineros españoles protestaban fuertemente en Madrid, apoyado por los ‘indignados’, el recorte draconiano del gasto social y la pérdida del consumo que se anuncia con el aumento del IVA, con sus consecuencias para la creación de empleo y crecimiento económico, deja en el tapete un escenario de conflictividad social ya anunciada.
La peor crisis socioeconómica española está evidenciando una eventual crisis política con consecuencias inciertas. Pero lo que está sucediendo confirma la eventual implantación de la “economía de la precariedad” derivada de la crisis económica que comenzó en 2008. Los gurús neoliberales vuelven tangencialmente a la carga como ya lo hicieron en el mundo de la posguerra fría tras la disolución de la URSS. Pero ahora se impone el ajuste drástico, la caída del consumo, el mercado de los salarios bajos y los despidos rápidos. Todo ello dejará una masa de descontento y desempleados difícilmente evitable y que, a todas luces, intensificará los conflictos y la lucha social.
La crisis griega guió el camino de la caída de la “economía opulenta” reverenciada por los neoliberales especuladores del mercado, para dar paso a la actual “economía de la precariedad”, donde la troika se erige como gobierno supranacional. España ya acaba de entrar en este ‘selecto club’ de precarios.