Chiripitifláuticos

Desconozco cómo pasará a la historia Mariano Rajoy Brey y su Gobierno. Al mafioso neoyorkino John Gotti lo apodaron el “hombre de teflón” porque todas las acusaciones le ‘resbalaban’, salía siempre absuelto, hasta que la última se le pegó, lo llevó a la cárcel y allí murió.
A Mariano Rajoy y sus ministros les inunda un teflón aún más grande que el de Gotti, por dentro y por fuera. Declarar una cosa y hacer todo lo contrario se ha vuelto un ejercicio habitual y previsible de él, y de todos los ministros que dicen que hacen algo.
Cada comparecencia, en plasma o de su portavoz, es terrible. El baile de cifras de crecimiento, todas a futuro, nos indica claramente el ‘talante’ y nivel de los que nos gobiernan. Cuando hablan de la realidad, del aquí y el ahora, no de la ‘realidad’ de las previsiones de crecimiento raquítico de 2014 ó 2016, utilizan justificaciones chiripitifláuticas. Por ejemplo, decir que los datos del paro son los mejores de abril de los últimos 4 años, no porque sean buenos sino porque son menos malos, es tanto como decir que no aumentan los impuestos sino que los “ajustan, los convergen con Europa o los renuevan”. Tenemos una ministra de Trabajo que no trabajó nunca. Una ministra de Sanidad igual de figurín que las anteriores socialistas y una portavoz del partido de Gobierno que “habla en lenguas” y a la que han decidido mandar a China a firmar unos “importantes” acuerdos con el Partido Comunista de China.
Merecen todo esto los españoles. Sí, sin la menor duda. La mejor protesta es el voto, y a los hechos me remito, a los pasados y presentes, no a los chiripitifláuticos hechos futuros, que lo más probable, “o no” que diría el ‘plasma’, es que no lleguen nunca.