Opinión

En Santiago de Compostela pero con el corazón en el Borde Sur

Los muchachos siguen dándole fuerte a la pizza a caballo del ‘Rover’. El tiempo ayuda para arrimarse al calorcito del horno aunque algunos no necesitan más temperatura ya que vienen calentitos por las continuadas derrotas del viejo y querido Peñarol. Menos mal que les queda el aurinegro Forlán, el hijo del ‘Boniato’, que mete todos los goles que antes metían Pedro Virgilio Rocha o Fernando Morena.
En Santiago de Compostela pero con el corazón en el Borde Sur
Los muchachos siguen dándole fuerte a la pizza a caballo del ‘Rover’. El tiempo ayuda para arrimarse al calorcito del horno aunque algunos no necesitan más temperatura ya que vienen calentitos por las continuadas derrotas del viejo y querido Peñarol. Menos mal que les queda el aurinegro Forlán, el hijo del ‘Boniato’, que mete todos los goles que antes metían Pedro Virgilio Rocha o Fernando Morena.
El veterano José Gervasio, periodista jubilado, sigue siendo el más informado. Siempre viene con novedades para que la barra intercambie opiniones. Está, sonriendo, en la mesa de al ladito de la parada con una estupenda publicación en las manos. Es un libro de artistas uruguayos, pintores, que están mostrando su obra en la capital de Galicia. Va pasando las hojas, feliz, comentando sobre las formas y colores. Los gurises están medio despistados o boleados por la alegría que exterioriza.
–A ver...che...no se asusten que no estoy senil. Lo que estoy es muy contento con el regalo que me hizo llegar Gonzalo Koncke Pizzorno, el Cónsul General del Uruguay en Santiago de Compostela. La edición es estupenda pero miren bien el título: Borde Sur [Artistas contemporáneos uruguaios]. No les parece que es algo más que un libro. Acá hay algo muy importante. Piensen un poquito.
–Usted, don José, cada vez nos sorprende más. Sabe de todo. Consigue un libro de artistas uruguayos pero nosotros de pintura actual no entendemos nada. Es más, creo que casi todos desconocemos lo posterior a Juan Manuel Blanes. Si me acuerdo de Blanes es porque en la escuela teníamos una reproducción de su cuadro de Artigas.
–Coincido con el Pocho en mi ignorancia. Me pongo a pensar en pintores y además de Blanes me viene otro a la memoria. Es Figari que pintaba todo el mundo del candombe. Me gusta porque recuperó a los olvidados negros montevideanos. Supongo que usted se referirá a la emigración uruguaya, no se, que los nuestros pueden acercarse a ver obras de compatriotas. A mí no me dice nada unas rayitas de colores que son creaciones para ricos. Creo que es laburo al pedo porque artista para mí es el que llega a fin de mes cobrando menos de dos mil pesos.
–Bueno, tienen razón. Pero no me estoy haciendo el gran conocedor del arte de nuestro país. Tampoco yo puedo permitirme tener en mi casa un Torres García, un Cúneo o un Figari. A lo mejor me puedo hacer con una obra de López Lage [le pediré se cambie el apellido materno falsamente castellanizado por el original gallego de Laxe] porque soy amigo de la suegra que es gayega auténtica y me puede conseguir un buen descuentito. No tienen que ser giles y negarse a disfrutar delante de una obra de arte. Todos podemos sentir y todos podemos elegir sin hacer ningún curso en Bellas Artes. Si hubiesen escuchado a la grandísima Celina Rolleri o al maestro Jorge Errandonea no tendrían ningún complejo.
–El tema se las trae, don José. Habrá que hablar de arte popular y de arte de élite. Hay que darle muchas vueltas y convencer. El país tiene otros problemas que el Frente Amplio está solucionando. No me parece prioritario el debatir sobre el cromatismo o la independencia del creador cuando tenemos necesidad de caminos y agua potable y escuelas dignas para los que viven en el interior. Entiendo que los artistas plásticos de Borde Sur son parte de nuestro patrimonio pero hay prioridades y nuestro Frente Amplio tiene sus programas regeneradores bien difinidos.
–Sí, muchachos, lamentablemente hay que elegir porque los recursos son limitados y las necesidades muchas. Piensen en la importancia de la muestra. En mi opinión es oportunidad de que nos conozcan y al mismo tiempo es el retorno de los nietos uruguayos a la tierra de los abuelos. Mirando el libro, editado por la Deputación de Lugo a través del Instituto Lucense de Desarrollo Económico y Local, nos acercamos al Uruguay. Venimos a Montevideo y vemos que un creador se llama Gabriel Lema. Hubo un emigrante de la zona coruñesa más occidental que se vino para acá o que lo trajeron porque Lema es un apellido muy común en las comarcas de Bergantiños, Fisterra y Terra de Soneira. Al final lo que verdaderamente importa es que la familia de acá y la de allá tengan un motivo para el abrazo fraterno delante de las creaciones de sus artistas. La coordinadora Luz Darriba escribe en el libro-catálogo algo que me parece muy ilustrativo al expresar que visitando la exposición conoceremos que “Uruguay exporta algo más que jugadores de fútbol”.