Opinión

Un revés para Putin

La inesperada pérdida de 77 parlamentarios por parte del oficialista partido Rusia Unida, en los comicios parlamentarios celebrados el pasado domingo 4, denotan un táctico toque de atención del electorado ruso hacia las pretensiones hegemónicas del primer ministro y candidato presidencial Vladimir Putin y de su partido Rusia Unida (RU), en una antesala electoral a cara descubierta a los comicios presidenciales de marzo de 2012.
La inesperada pérdida de 77 parlamentarios por parte del oficialista partido Rusia Unida, en los comicios parlamentarios celebrados el pasado domingo 4, denotan un táctico toque de atención del electorado ruso hacia las pretensiones hegemónicas del primer ministro y candidato presidencial Vladimir Putin y de su partido Rusia Unida (RU), en una antesala electoral a cara descubierta a los comicios presidenciales de marzo de 2012.
No obstante este resultado, Rusia Unida sigue siendo el partido mayoritario en la Duma o Parlamento ruso, rozando el 50 por ciento de la votación y con aproximadamente 238 de los 450 parlamentarios. Con esto, RU sigue a consolidar su hegemonía política en unos comicios ampliamente criticados por las constantes denuncias de falta de transparencia electoral en diversas regiones del interior ruso, así como la inhabilitación de más de 130 candidatos y las denuncias de acoso gubernamental a candidatos opositores.
Con esta inesperada caída de RU (que en los comicios de 2007 obtuvo 315 parlamentarios), Putin sufre un táctico golpe a su imagen política y electoral pero que, a grandes rasgos, no afectará sensiblemente su anunciado retorno presidencial tras el breve “interregno” en manos de su “delfín” político y actual mandatario Dmtri Medveded.
Paralelamente, la oposición tienta ahora articular sus posibilidades electorales a través de un renacido Partido Comunista de la Federación Rusa, que con 20 por ciento de la votación y 92 escaños será la segunda fuerza parlamentaria en la Duma. Este resultado confirma al líder comunista Guennadi Zyuganov como uno de los actores políticos más relevantes en la Rusia post-soviética, aunque no existen expectativas de derrota electoral para Putin y RU en los comicios presidencias de marzo próximo. Los otros dos partidos con representación parlamentaria son Rusia Justa (64 escaños) y la ultraderecha del Partido Liberal Democrático (PLD), que conserva sus 56 escaños y el liderazgo del populista y xenófobo Vladimir Jirinovski.
Otros partidos que quedaron fuera de la Duma, como el liberal movimiento Yabloko, anunciaron que recurrirán los resultados electorales, aduciendo constantes fraudes e irregularidades, una perspectiva que igualmente será secundada por Rusia Justa. Por tanto, el escenario político post-electoral en las legislativas rusas de la cuenta de cómo RU muy probablemente formalizará una alianza parlamentaria con el PLD a un lado de la eventual alianza entre el Partido Comunista y Rusia Justa, definido oficialmente como una alianza de izquierda, y que tentará contener la hegemonía ‘putinista’ en la Duma.
Una hegemonía que todos consideran un ‘fait accompli’ de cara a los comicios presidenciales de marzo de 2012. No obstante, se aprecia una importante fatiga social por la excesiva preponderancia política de Putin y un nivel de resignación cara una presidencia considerada como “hegemónica y autoritaria”, en la que se afianzan los resortes de poder de una joven oligarquía instalada polo propio Putin en el Kremlin desde que, en 1999 fue nombrado cómo primer ministro por el fallecido ex presidente Boris Yeltsin.
En una Rusia de contrastes, con importantes niveles de crecimiento económico (se estima que la economía rusa crecerá un 4 por ciento en el 2011) pero con marcadas desigualdades socioeconómicas, pocos ciudadanos apuestan ponerlo desarrollo de una sociedad civil fuerte y de una democracia representativa y participativa. El espectro de la emigración sigue a consolidarse en una juventud atenazada polos contrastes de la Rusia post-soviética, afirmando así una gris perspectiva a futuro. Aun así, y a punto de celebrarse el próximo 22 de diciembre el vigésimo aniversario de la desintegración de la ex URSS, Putin tienta consolidar una joven hegemonía política que, por lo de ahora, se ve levemente contrastada.
A los lectores y lectoras de ‘Magazine Español’, mis mejores deseos para estas fiestas decembrinas y un 2012 preñado de todo lo mejor.