Opinión

Polvo de estrellas

Ernesto Sábato, siendo la conciencia humanística en su hipogeo de esa ciudad del Sur tan antigua como el agua y el aire evocada por Borges, escribió un libro –‘Abaddón el exterminador’– que trae personajes de ‘Sobre héroes y tumbas’ a esas páginas. Hoy estas líneas no hablan de esto: lo gritan, sí, de manera punzante.

Ernesto Sábato, siendo la conciencia humanística en su hipogeo de esa ciudad del Sur tan antigua como el agua y el aire evocada por Borges, escribió un libro –‘Abaddón el exterminador’– que trae personajes de ‘Sobre héroes y tumbas’ a esas páginas.
Hoy estas líneas no hablan de esto: lo gritan, sí, de manera punzante.
En Irán, al decir de la prensa, faltan semanas para que se fusione el núcleo de una posible bomba atómica. Si eso sucede en un acto demencial de locura, el ser humano pudiera volver a lo que siempre ha sido: polvo de estrellas, carcoma de hados; y entonces ya no habrá más poemas de amor y desespero, sonrisas, cuentas por pagar, abrazos, ríos cristalinos, mañanas claras o llenas de nubarrones, un sol luminoso ni una luna llena. Solamente oscuridad sin fin y vacío eterno. Es decir, Dios se hubiera ido a pastorear otras urbes en esos Cosmos paralelos que mencionaba Stephen Hawking.
El nuevo Exterminador no ha aprendido. Una docena de naciones manipula la energía caminando sobre la cuerda floja de la iniquidad, pues si bien es verdad que toda la materia viva o inanimada en el Infinito está construida con átomos, y somos pura esencia termonuclear, usarla con otros fines contrarios a la razón de su propia creación, es bajar a los mismísimos infiernos y así hablar con Caronte o leer un graffiti de Dante: “Los que entréis aquí perded toda esperanza”.
El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, defiende con mucho ahínco la labor de sus técnicos que trabajan en la planta, aclarando que Teherán desea continuar las negociaciones con la Unión Europea.
El proceso de reactivación del complejo de Isfahán revive las viejas tensiones que el país árabe mantiene desde hace unos años con varias naciones del viejo continente y Estados Unidos, pero principalmente con Israel.
Reavivar el uranio, es como ver en ‘Un Perro Andaluz’, a Dalí y Buñuel cortar de un tajo seco el ojo sangrante de un Ernesto Sábato. En el filme, todos lloramos.