Opinión

Olivia A. Cano Castro: ‘Canarias en el espíritu de Cuba’

Canarias en el espíritu de Cuba es el libro escrito por la ensayista cubana Olivia América Cano Castro, nacida en Colón, Matanzas, en 1947. Licenciada en Historia y Educadora, se especializó en Procesos de Organización y Dirección de la Cultura en los Institutos Superiores de los Ministerios de Cultura de la URSS, Alemania y Hungría.
Olivia A. Cano Castro: ‘Canarias en el espíritu de Cuba’
Canarias en el espíritu de Cuba es el libro escrito por la ensayista cubana Olivia América Cano Castro, nacida en Colón, Matanzas, en 1947. Licenciada en Historia y Educadora, se especializó en Procesos de Organización y Dirección de la Cultura en los Institutos Superiores de los Ministerios de Cultura de la URSS, Alemania y Hungría. Gran estudiosa del poeta nacional José Martí así como de la presencia de Canarias en Cuba, muy singularmente de la aportación del pueblo canario a la conformación de la cultura cubana. La presente obra fue editada por el ‘Grupo de Comunicación de Galicia en el Mundo’ –en su colección ‘Crónicas de la Emigración’–, Vigo, 2008, con edición y corrección de Tania G. Pérez Cano y maquetación y selección fotográfica de Adalberto González Rojas, merced a donaciones de los fondos de varias instituciones.
En el frontispicio del libro, dos citas literarias de José Martí. “En Arte, no hay verdades reales, ni accidentales. Lo que es, es eterno” (“Apuntes para los debates sobre ‘El idealismo y el Realismo en el Arte”, Liceo de Guanabacoa, La Habana, marzo 7 de 1879). Y de Versos Descalzos: “Aquel sol de un minuto fue tan pleno/ como asalto de proa al oro bueno/ por deslumbrados ojos. /Modesto San Gil, /puesta de sol, la mía…”. En la página de ‘Agradecimientos’, “Al amigo Alfredo Martín Fadragas, sin cuya colaboración este libro no sería una realidad” y “A Adalberto González Rojas, artesano y hechicero informático”.
Sin olvidar “A los canarios de aquí y de allá… A mis hijos, por siempre… A Paula, Ernestico y Ariadna. A Julio”, Olivia Cano vertebra su publicación en seis generosos capítulos y una cuidadosa y amplia bibliografía. En el primero de ellos, considera “el espíritu como alma racional, vigor y virtud que fortifica al cuerpo para la lucha; vivacidad, ingenio, valor, aliento y brío… Algo de lo que aportó Canarias al alma nacional cubana”. A continuación, leemos “Espejo de paciencia y más…”. La Obra y el argumento tal y como lo escribió Balboa: los dos primeros “Cantos” y el “Motete”. Además, el soneto V de Antonio Hernández, ‘El Viejo’. Al estimar la cultura del siglo XVIII, tiene presente a José A. Abreu, Francisco Loysell, Miguel Jerónimo Orihuela y Nicolás Estévanez. De igual suerte, a Gertrudis Gómez de Avellaneda y a José Jacinto Milanés, a Federico Milanés y a Andrés Avelino de Orihuela. Además, a Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Negrín, Luisa María de las Mercedes Molina Díaz y Luisa Pérez Montes de Oca. También, a Ramona Pizarro y a Julia Pérez Montes de Oca, a Luis Victoriano Betancourt y a Manuel Martínez de las Casas.
En lo que respecta al siglo XX, analiza la Etapa de la Neocolonia, desde figuras como Francisco Izquierdo, Francisco Jordán Franchy, Pedro Bethencourt Padilla o Cinto Vitier. Tras habernos recordado las obras de Thelvia Marín Mederos y de Ada Elba Pérez, repasa la estrofa denominada ‘Décima’. Estudia luego el ‘Siglo de las Luces y la Música en Cuba’, entre ellos a Ernestina y a Ernesto Lecuona Casado, y a Leo Brouwer. Y las “brumas pictóricas del siglo XVI hasta Valentín Sanz Carta y el siglo XX”. Periódicos, Revistas y periodistas centran el capítulo V. Y al cabo, “la esencia de la cubanía”: José Martí y Pérez y Félix Varela.