Opinión

Nacionalidad: Un poco de historia

En el anterior artículo hablamos de la nacionalidad para los nietos y señalábamos la importancia de la modificación de esta normativa, que va a permitir que cientos de miles de descendientes de españoles puedan obtener la nacionalidad.Quizás sea importante que nuestros lectores sepan, que hemos llegado a este punto después de muchos años de reclamos y distintas modificaciones a la normativa legal, que recoge este derecho.
Nacionalidad: Un poco de historia
En el anterior artículo hablamos de la nacionalidad para los nietos y señalábamos la importancia de la modificación de esta normativa, que va a permitir que cientos de miles de descendientes de españoles puedan obtener la nacionalidad.
Quizás sea importante que nuestros lectores sepan, que hemos llegado a este punto después de muchos años de reclamos y distintas modificaciones a la normativa legal, que recoge este derecho.
A partir de la creación del Consejo General de la Emigración a fines de los años ochenta, a los pocos años se produjo una primera modificación durante el gobierno socialista, cuando se iniciaba la década del noventa. Recuerdo que la Asociación por los Derechos de los Emigrantes en la Argentina, del cual fui cofundador –con Francisco Lores Mascato–, en nuestro programa reivindicativo de 1989, solicitábamos la nacionalidad para hijos y nietos de españoles, sin límite de edad ni distinción de sexo. También recuerdo de algunos comentarios sarcásticos, donde nos acusaban de ‘demagógicos’, y por aquella epoca pedíamos las pensiones no contributivas o asistenciales para los mayores de 65 años. Que después fue una realidad.
Al terminar el gobierno de Felipe González y el inicio de la era Aznar, el senador del PP Luis Fraga prometía el ‘oro y el moro’, a tal punto que llegó a decir que en los primeros 100 días de gobierno estos reclamos estarían resueltos, que habría una “Política de Estado” para la emigración. Después de varios años de promesas, cuando gobernó el PP este senador se presentó en el primer Consejo General y en el segundo para transmitir un mensaje de Aznar, para desaparecer hasta el día de hoy. Mientras que los cien dias se convirtieron en eternos.
Durante los dos mandatos consecutivos del PP, que yo los llamo ‘los 8 años perdidos para la emigración’, no se presentó ninguna propuesta parlamentaria, en materia de emigración. Solamente después de que Izquierda Unida presentara una propuesta  de nacionalidad y luego el PSOE presentara un anteproyecto de modificación del Código Civil, el Partido Popular se vio obligado en el último año de su mandato a presentar un texto para concensuar con la oposición. Este texto aceptado en el parlamento produce el último cambio normativo que rige hasta la actualidad. En aquella circunstancia, seguíamos solicitando que este derecho llegara hasta los nietos, sin discriminación ninguna. A tal punto fue nuestro reclamo, que conjuntamente con la Federación de Sociedades Gallegas realizamos una autoconvocatoria de los nietos de españoles por internet. Por primera vez utilizábamos esta forma tan rápida de comunicación, utilizando las direcciones electrónicas de aquellas personas que en esos meses se habían puesto en contacto, para realizar algún tipo de consulta. Para aquella cita contamos con más de 2.000 direcciones, convocándolos en Chacabuco 955. El objetivo  era el de crear una entidad de los propios interesados que luchara por sus derechos. Así nació la organización de nietos (Que algunos ahora utilizan para viajar a Madrid).
Cuando se debatió en el parlamento la última modificación, el PP no quiso avanzar más y se limitó a concederles este derecho solamente a los hijos de emigrantes, nacidos en el territorio español. A través de esta decisión quedaban excluidos los nietos mayores de edad, por lo tanto demoraba algunos años más el anhelo de cientos de miles de nietos. Ésta fue una decisión mezquina e insolidaria.
Con el actual gobierno socialista, se sancionó la Ley denominada Estatuto de los ciudadanos españoles en el exterior,  la cual recomienda dar solución a este reclamo generalizado. Así fue como el gobierno después de intentar introducir esta  norma, primero en la modificación del Código Civil en materia de adopción y ante la posible demora de la sanción de esta ley, optó por incluirla en otra ley, que estaba en una etapa más avanzada y en la cual consideraron que era posible incluirla en la misma y sancionarla más rápidamente. Si bien el razonamiento fue con toda la mejor voluntad, la decisión terminó generando mucha confusión y lo sigue haciendo.
Lo cierto es que en pocos días tenemos abierta una puerta muy grande, para que los descendientes puedan solicitar la nacionalidad, como decía en el artículo anterior, ahora falta comenzar a debatir una Ley de Nacionalidad, para que terminemos con los remiendos y las exclusiones.
La puerta esta abierta, logremos que este de par en par.