Opinión

‘Multilateralismo’ y ‘políticas colectivas’: los derechos humanos

“La preocupación por los derechos de las personas en cualquier lugar del mundo continúa siendo parte de la agenda de las relaciones internacionales, a pesar de las idas y venidas de los países más poderosos”, señala el ensayista argentino Juan E.
‘Multilateralismo’ y ‘políticas colectivas’: los derechos humanos
“La preocupación por los derechos de las personas en cualquier lugar del mundo continúa siendo parte de la agenda de las relaciones internacionales, a pesar de las idas y venidas de los países más poderosos”, señala el ensayista argentino Juan E. Méndez, quien ejerciera el cargo de Asesor Especial del Secretario General de la ONU para la Prevención del Genocidio desde 2004 a 2007, en el parágrafo IV de su monografía titulada Los medios y los fines en la política internacional y publicada en la Revista ‘Res Diplomatica’ (RD), Buenos Aires, nº 2, diciembre de 2007. A su juicio, la cuestión es cada día más relevante en las relaciones exteriores de los Estados Unidos, y ello pese a que a partir de 2001 la Administración del gobierno Bush no la haya tenido presente. A todas luces ha sido evidente que las políticas del gobierno norteamericano han causado un daño de enormes dimensiones respecto de los derechos humanos en numerosos países del mundo.
En efecto, consideremos las actuaciones en torno a la denominada “guerra contra el terrorismo”. Rememoremos las severas violaciones atribuibles a agentes del Estado norteamericano durante las acciones de guerra en Irak y Afganistán. Las revelaciones acerca de la tortura y condiciones de reclusión en lugares como Guantánamo, Abu Ghraib y Bagram. También las llamadas “rendiciones extraordinarias”, eufemismo empleado por la entrega clandestina de prisioneros a espacios donde se les interrogaba mediante torturas.
Los aliados de Estados Unidos le solicitan una política más clara y respetuosa de los derechos humanos. Se observa, en todo caso, que la opinión pública día a día se encuentra más concienciada de que el extravío de estatura moral en la batalla contra el terrorismo ha convertido al país en algo más vulnerable y asimismo ha exacerbado hasta la saciedad las graves tensiones en diversos continentes. ¿Quién puede dejar de revivir aquellos terribles episodios –en relación con la dictadura de Saddam Hussein en Irak– que enmarcaron procedimientos de agresión y sufrimientos para ciudadanos inocentes?
“Las organizaciones de la sociedad civil norteamericana han sabido resistir los avances regresivos del gobierno de Bush –escribe el profesor Juan E. Méndez en su análisis publicado en el estudio anteriormente citado–, a pesar de la popularidad inicial de una política basada en el miedo real de los norteamericanos a nuevos ataques como el del trágico 11 de septiembre de 2001”. He ahí, empero, una “reacción pendular” del electorado contrario a estas políticas. Exite una conciencia de que Estados Unidos ha perdido considerablemente su “influencia benéfica”. Evoquemos, siquiera sea por un instante, las “masacres étnicas” en Darfur, con impunidad y peligro de que la crisis prosiga, con la muerte de vidas inocentes. Los llamados “analistas políticos” manifiestan que las guerras de “opción”, así nombradas en Estados Unidos, y en el exterior “de agresión”, no han creado sino una “polarización” en el mundo, la cual siembra las raíces para generaciones de jóvenes del ámbito árabe e islámico educados en el objetivo de destruir al país que juzgan como su “enemigo principal”.
A lo que parece, la comunidad de naciones democráticas exige enfáticamente una vuelta al “multilateralismo” y a “políticas colectivas” cimentadas en el respeto a la dignidad humana.