Opinión

Una mirada en la fotografía

“Antes, el útil era la prolongación de la mano. Con la máquina, la mano se ha convertido en la prolongación del útil.
Una mirada en la fotografía

“Antes, el útil era la prolongación de la mano. Con la máquina, la mano se ha convertido en la prolongación del útil.”

Georges Braque


¿Qué es lo que vuelve arte a una foto? ¿Y qué es eso que lo que llamamos arte nos da en una foto? Mientras escribo estas líneas, mi pensamiento –que ya había soñado con ello– corre más rápido que mi mano, asida o empuñando una estilográfica. Hace tiempo intuí que la relación entre esos tres elementos: dos pertenecientes al cuerpo humano (mente y mano), y el tercero un artilugio mecánico, una herramienta de escribir, tenían algo fundamental que decir con respecto al estilo. Que en esa relación, histórica y por lo tanto cambiante, en el individuo y en el género, en la humanidad y en la persona, radicaba quizás algo que podía resultar fundamental para una idea de la estética.
Ahora escribo con una estilográfica y mi mano se cansa mientras mi mente la supera, por lo menos en rapidez. Si lo que usara fuese una pluma de ganso, las relaciones de velocidad y de ritmo entre mente y mano serían sin duda modificadas. Como también lo sería –probablemente– el estilo del escrito resultante, en mayor o en menor medida. Si recurriera a una máquina de escribir, y si ésta fuera eléctrica o, mejor aún, directamente una computadora, se acelerarían sin duda algunos ritmos y variarían otras velocidades. Y, acaso, los resultados, Pero siempre parece mantenerse evidente que a la liaison entre mente y mano, reguladora de toda tarea, de todo trabajo, inclusive intelectual, se la modifica (al menos, de algún modo) con el artilugio mecánico, es decir con la herramienta que se emplea.
No quiere decir esto que sea la herramienta la que crea. Pero sí que ella es capaz, puede, está posibilitada para modificar –poco o mucho– los resultados de eso que se crea.
Si lo anterior es válido para las artes de la escritura, también lo es cada  vez más para las artes visuales o sonoras. Del pincel al soplete o del óleo al acrílico, podría llegar a investigarse (si a alguien le importara) qué clase de modificación ha producido en las técnicas de la pintura –y por lo tanto en los estilos– la aparición de nuevos elementos, de nuevas herramientas. Y todos podemos percibir, en mayor o menor grado, no sólo la diferencia de escuchar un concierto en vivo o grabado de una u otra manera, sino también que la música electroacústica es harto diferente a la música de cámara.