Opinión

Hablando al Sur

La barra anda a vueltas con el tema de la crisis económica. Que si Obama es la solución. Que si estamos lejos en el sur. Que si viene el verano y se olvidan un poco los problemas. Coinciden en afirmar que tomando un buen matecito con corasáns de la panadería Mar del Plata en la playa de Malvín se reflexiona mejor sobre la gran joda universal del llamado sistema capitalista. Se acerca don José Gervasio.
La barra anda a vueltas con el tema de la crisis económica. Que si Obama es la solución. Que si estamos lejos en el sur. Que si viene el verano y se olvidan un poco los problemas. Coinciden en afirmar que tomando un buen matecito con corasáns de la panadería Mar del Plata en la playa de Malvín se reflexiona mejor sobre la gran joda universal del llamado sistema capitalista.
Se acerca don José Gervasio. El periodista jubilado viene con una carpeta debajo del brazo llena de fotocopias. Supone que los muchachos quieren datos contrastados e información no manipulada sobre el rescate de los afanes de algunos banqueros americanos y europeos.
–Bueno… don José. Parece que viene muy documentado hoy. Está bien porque nosotros cada vez leemos menos prensa escrita, aunque a lo mejor, en la gran estafa internacional actual tenemos la misma visión. No sabemos mucho de nada pero a los malandras los detectamos a la distancia sin necesidad de ningún sofisticado sistema de alarma electrónica.
–Me alegra mucho, queridos botijas, que tengan puesta la vacuna Antimalandra y que ésta funcione. Creo que es la mejor herencia que les pudieron dejar los viejos. Sí… en serio… mucho mejor que una propiedad. Si están protegidos contra las diferentes cepas del malandraje tienen mucho camino andado. Los viejos fueron engrupidos repetidas veces por blancos y colorados. Les robaron el sudor una y otra vez. Les decían que era por el bien del país. Había que abrirse al exterior en nombre de la libertad de comercio.  
–No piense usted que estamos vacunados, ojalá fuese así. Tenemos en el cuerpo algún que otro antiguo golpe heredado de los abuelos. El pasado nos enseña a no tragar todos los cuentitos pero somos igual de giles. Nos damos cuenta que es anti-democrático e inmoral que los fondos públicos vayan en socorro de entidades financieras. Un fangote de guita va a parar a los que ya están forrados. Unos mangos que son de todos terminan en manos privadas. Así por la jeta, nomás. Es un claro ejemplo del mundo al revés del que habla el gran Galeano.
–Pero che…déjense de modestias. Ustedes de giles no tienen nada. Si son capaces de entender que estamos delante del Primer Afane Oficial del siglo entonces tienen inteligencia dentro de la mollera. Si fueron capaces de no creerse los versos de la prensa servil que llena páginas hablando de las virtudes del sistema son para mi unos campeones.
–Es que don José…hay veces que la cosa viene cargadita de mierda. Hay que ser cínico para intentar convencernos de que están salvando el sistema. Pero de que carajo hablan. Un grupo de encorbatados bancarios se ponen a prestar dólares a troche y moche y ahora nosotros desde acá tenemos que pagar una deuda ajena. Somos flor de gilunes también, no lo dude, mire lo que nos hizo Tabaré en nuestra propia jeta.
–Yo no diría eso, muchachos. El presidente es buena gente. Sus orígenes ‘gayegos’ lo ayudaron a realizar una buena presidencia y a gobernar con criterio un país que el binomio blanco-colorado había dejado hecho bolsa.
–Sí…estamos de acuerdo. Somos frentistas y por tanto consideramos que a nivel general el país está recuperando la ilusión. Pero no podemos olvidar que el motor del cambio es el Frente Amplio con las bancadas de legisladores unidas defendiendo un programa electoral. El presidente es uno más que actúa por delegación y que no se nos olvide para no caer en falsas adhesiones. El veto no procede porque es un atraso.
–Yo tengo unos años, pibes. El tema del aborto me resulta complicado de entender. Los tanos de Pordenone que eran mis viejos me enseñaron que la vida era sagrada porque ahora si estoy hablando con ustedes será porque no usaban condón.
–Pero, don José, está empezando a mear fuera del tarro. Por favor, no confunda los embarazos no deseados con las relaciones sexuales. El presidente Vázquez la está cagando bien de bien. Un médico vetando una ley de salud sexual que protege sobre todo a la mujer. ¡No tiene gollete! Hay abortos porque no hay educación. Nosotros no queremos una ley que promueva el abortismo. Lo que queremos es que los uruguayos tengan una vida sexual sana. El presidente nos defraudó. Su opinión personal no puede ir en contra de sus electores y el veto no se debe utilizar en estos casos. Estamos esperando a ver que dice el sábado en la M24 en ‘Hablando al Sur’ nuestro querido Pepe Mugica.