Opinión

Hablando de fútbol

Dos eventos confirman que algo se está moviendo en el fútbol mundial, cuya capacidad de influencia geopolítica puede determinar diversos focos de atención en el escenario global.En primer lugar, uno cuyo impacto ha sido menos notorio, es la victoria de Japón sobre la favorita EE UU en el Mundial de Fútbol Femenino Alemania 2011.
Dos eventos confirman que algo se está moviendo en el fútbol mundial, cuya capacidad de influencia geopolítica puede determinar diversos focos de atención en el escenario global.
En primer lugar, uno cuyo impacto ha sido menos notorio, es la victoria de Japón sobre la favorita EE UU en el Mundial de Fútbol Femenino Alemania 2011. Es la primera victoria mundial de una selección asiática en un evento que, a pesar de su escasa difusión, dejó 18 millones de televidentes y estadios completamente llenos.
El segundo caso es la Copa América 2011, que se celebra actualmente en Argentina. Cuando esta columna sea publicada, ya habrá un campeón americano, pero al escribir antes de las semifinales diversas reflexiones se abordan.
Ni la anfitriona Argentina con el mejor jugador del mundo, Leo Messi, ni el Brasil que organizará el Mundial 2014, han logrado acceder a semifinales, cuando las quinielas consideraban una final entre ambas potencias sudamericanas. El campeón saldrá entre Uruguay, Perú, Paraguay y la sorprendente Venezuela, cuyo histórico resultado hace presagiar una necesaria evolución en la competición futbolística.
Uruguay es junto a Argentina el país con mayor número de Copas América, mientras Paraguay está confirmando su lugar como potencia futbolística ya no sólo continental, ya que accedió a cuartos de final en el Mundial 2010, siendo eliminada por la mínima por la finalmente campeona España. Perú parece intentar reverdecer viejas glorias, muy alejadas en el tiempo, mientras Venezuela, la popularmente conocida Vinotinto, confirmaría su evolución futbolística, labrada en los últimos años y con la perspectiva a corto plazo de clasificar a su primer mundial.
La globalización del fútbol ha aumentado, paralelamente, el nivel competitivo y un cambio de paradigma geopolítico. A pesar de la preponderancia europea y sudamericana, es cada vez mayor el empuje de Asia y África a nivel de selecciones. Puede que allí radique la próxima potencialidad futbolística.
En 2012 se celebrará en Ucrania y Polonia la Eurocopa de Naciones, con la actual campeona España como máxima favorita, con Alemania, Holanda o Italia como posibles rivales. Sin embargo, vale la pena especular si la Eurocopa 2012 repetirá el mismo caudal de sorpresas que está dejando esta Copa América 2011, o el triunfo japonés en el Mundial femenino. En la Eurocopa de 2004, una Grecia hoy en día hundida en el rescate financiero europeo, rompió los pronósticos al proclamarse campeona. ¿Habrá en el 2012 una nueva Vinotinto a la espera de dar otra sorpresa?