Opinión

Europa en huelgas

Por enésima vez, Europa se ve sacudida por diversas huelgas. El miércoles 14 de noviembre, ya conocido como el 14/N, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha convocado a diversos paros, huelgas y manifestaciones que han tenido eco en España, Portugal, Grecia, Italia, Francia, Bélgica, Austria, Polonia, Dinamarca, Reino Unido, Holanda, Suiza y Suecia, mientras Rumanía, Finlandia, República Checa y Eslovenia han convocado las mismas

Por enésima vez, Europa se ve sacudida por diversas huelgas. El miércoles 14 de noviembre, ya conocido como el 14/N, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha convocado a diversos paros, huelgas y manifestaciones que han tenido eco en España, Portugal, Grecia, Italia, Francia, Bélgica, Austria, Polonia, Dinamarca, Reino Unido, Holanda, Suiza y Suecia, mientras Rumanía, Finlandia, República Checa y Eslovenia han convocado las mismas protestas y huelgas para el 17/N.
El móvil de las huelgas y protestas es la política de austeridad instalada en la UE. Bajo el lema “Europa en lucha” y contando con el apoyo de la Cumbre Social, España y Portugal realizaron la primera “huelga ibérica”, en el caso español la segunda que sufre el gobierno de Mariano Rajoy Brey con apenas once meses de legislatura, previa a las elecciones catalanas del 25/N.
En Portugal, sacudida por el rescate y los recortes, las huelgas han sido más prolíficas y esta coincidió poco después de la visita al país luso de la canciller alemana Ángela Merkel, quien valoró positivamente este programa de recortes instalados por la derecha en el poder bajo el primer ministro Passos Coelho. En Bélgica se organizó un curioso acto para entregar a la Comisión y el Consejo europeo el ‘Premio Nobel de la Austeridad’.
Es significativo el momento europeo, que activa la indignación ciudadana ante el declive y desmontaje del modelo de bienestar social, en aras de preservar la vigencia de un modelo económico depauperizador y empobrecedor. Por ejemplo, en España es noticia diaria las movilizaciones contra los desahucios inmobiliarios, a tal punto que el propio Rajoy y la oposición ‘complaciente’ del PSOE debieron de ‘aflojar’ estas medidas. Durante el primer trimestre de 2012 se realizaron casi 45.000 desahucios en España y se prevé que esta cifra alcance los 225.000 a final de año.
Ni hablar de Portugal o Grecia, sumidos en una política de “rescate” que active la continuidad de una política de austeridad financiera que somete la soberanía nacional a los designios de las elites financieras instaladas en los organismos internacionales. El modelo sudamericano de principios de la década de 1990, con los infames “paquetes del FMI”, ha llegado a la Europa mediterránea y atlántica.
La proliferación de protestas mide así este nivel de descontento europeo que progresivamente puede traducirse en un vuelco político y electoral hacia la izquierda. O, en el peor de los casos, hacia los populismos de derecha, muchos de ellos ‘protofascistoides’. Alemania, el motor de la UE y de la austeridad instalada, va a elecciones generales e finales de 2013, donde Angela Merkel se juega la reelección. Pero el panorama no luce promisorio ni siquiera con un cambio político. Mientras, otras expresiones políticas, como los nacionalismos periféricos, mueven sus piezas presionando por sus legítimos derechos bajo un contexto de búsqueda de alternativas.