Opinión

Estado español: la hora nazi

La reciente declaración del ayuntamiento de Berga, Catalunya, declarando al rey español Juan Carlos I de Borbón y Battemberg persona ‘non grata’, alegando que no es rey “como resultado de un proceso democrático, sino justo lo contrario, como consecuencia de la herencia dictada por su antecesor Francisco Franco Bahamonde” es un pequeño paso, pero inmenso para la sociedad española que poco a poco va abriendo los ojos.
Estado español: la hora nazi
La reciente declaración del ayuntamiento de Berga, Catalunya, declarando al rey español Juan Carlos I de Borbón y Battemberg persona ‘non grata’, alegando que no es rey “como resultado de un proceso democrático, sino justo lo contrario, como consecuencia de la herencia dictada por su antecesor Francisco Franco Bahamonde” es un pequeño paso, pero inmenso para la sociedad española que poco a poco va abriendo los ojos.
No sólo el rey es una herencia franquista, también lo es la judicatura en sus más elevadas instancias, la jerarquía de la Iglesia católica, la clase política de la derecha, los nombres de calles, plazas y edificios públicos (hospitales, colegios, etc). Las celebraciones, actos civiles, religiosos y militares públicos, las procesiones, el silencio oprobioso a los represaliados, asesinados, desaparecidos y sus familias durante 35 años de “democracia” y… el huso horario español.
Cada vez que miramos el reloj en el Estado español, Adolf Hitler y Francisco Franco nos dan la hora. La publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la Orden del 7 de marzo de 1940 mediante la cual se adelantaba la hora 60 minutos para igualarla a la hora del Berlín nazi y de toda la Europa ocupada, no era sino un escalón más en esa empatía entre el régimen nazi y el fascista español que no llegó a más porque los alemanes perdieron la guerra.
El Estado español se rige por un huso horario que no le corresponde ni histórica ni geográficamente, adoptado por el dictador Franco para agradar al monstruo de Hitler, es el que rige la vida y muerte en el Estado español y a nadie se le ha ocurrido derogarlo como una herencia oprobiosa de la dictadura fascista. ¿Cuándo le llegará la hora?