Opinión

Esprerando a los Reyes Magos

 Las cartas del abuelo Pascasio Esperando a los Reyes Magos   Muy querida nieta Cristina: Te escribo unos días antes del 6 de enero para recordarte que no te olvidés de hacerle la cartita a los Reyes Magos. No te rías.
Esprerando a los Reyes Magos

 Las cartas del abuelo Pascasio

Esperando a los Reyes Magos

 

Muy querida nieta Cristina:

Te escribo unos días antes del 6 de enero para recordarte que no te olvidés de hacerle la cartita a los Reyes Magos. No te rías. Ya sé que creciste pero para tu abuelo emigrante seguís siendo aquella nena sonriente que por la mañanita del día 6 te acercabas con tu hermana para ver si los Reyes te habían dejado algo. Supongo que como eran magos sabían lo cariñosas que eran conmigo y siempre había juguetes para las dos. ¿Te acordás que te extrañabas mucho cuando te contaba que en mi aldea nunca dejaban juguetes? Te quedabas pensativa, triste. Yo te consolaba con la información de que nosotros nos hacíamos nuestros propios juguetes con un cacho de piola, un palito y unos clavos.

Eras muy chica para comprender que en nuestra montaña fonsagradina la felicidad era tener una hora libre al caer la tarde para jugar con los amigos. Allí los camellos de los Reyes no llegaban, es normal, los camellos no están adaptados a la nieve y con la carga de regalos se quedarían enterrados y medio congelados. Nuestros hogares recibían la atención personalizada del Apalpador que mientras dormíamos nos acariciaba la barriguita para darnos salud en todo el año. Al despertar nos rodeaban una docena de ricas y nutritivas castañas que sacaba de una gran bolsa que cargaba a sus espaldas.

Bueno, Cristina, vamos a la cartita para los Reyes. Si le escribís desde el corazón se cumplirán tus deseos pero lo mejor para asegurarte bien es que vos ofrezcas algo. Te voy a sugerir pensés en tres bloques temáticos de peticiones con sus respectivos compromisos de tu parte: a) la salud; b) la familia; c) la política.

Sobre la salud tenés que pedir no tener en el año 2013 más de un par de resfriados. Compromiso: “Seguiré apoyando el consumo de pescado e invitaré a doña Lola Rial de Cumeiro para que me permita saborear su famosa empanada de merluza. No dejaremos de lado las buenas pastas pero consumiendo un producto de calidad reconocida, como por ejemplo las que elaboran las manos artesanas de las familias gayegas Bermúdez-Lavandeira”.

Si hablamos de temas familiares tenés que pedir tener más tiempo para estar con tus hijos. Los pibes crecen pero para una madre siempre son unos chiquilines. Compromiso: “Pasaré todos los fines de semana que pueda respirando el limpio aire patagónico y comentando con los pibes que tenemos un paisaje natural único y hermoso que debemos de proteger de los intereses económicos de los especuladores que estropean todo”.

Al hablar de política la cosa se complica porque está en juego el futuro del país. Tenés que pedir que las fuerzas te acompañen para seguir consolidando el progreso en todos los ámbitos. En especial pedí poder mejorar el sistema educativo y sanitario. Compromiso: “Estoy luchando por imperativo moral pero no tengo ninguna ambición política. Mi ego está más que colmado al haber sido honrada por los electores con un mandato claro para seguir con el programa comenzado por mi esposo Néstor. Si tengo que hacerme a un lado –porque es lo mejor para el futuro del país– así lo haré. Tengo plena confianza en nuestras políticas que demuestran ser las más acertadas para no volver atrás en los logros conseguidos”.

Bien, me despido, no sin antes recordarte que una gran mayoría de argentinos dejó hace años de mascar vidrio. Están cansados de soportar a los aventureros e incompetentes que utilizan el sillón presidencial para actuar en contra de los intereses generales.

Recibí un abrazo del abuelo que no te olvida.

Pascasio Fernández Gómez