Opinión

El remedio del presidente Mujica

 La barra del ‘Rover’ está observando con detenimiento el revoloteo de las hojas otoñales de los viejos plátanos que llenan de color la esquina de San Martín y Propios. En otoño los muchachos se vuelven más reflexivos. Andan a vueltas con la crisis en la vieja Europa. Tienen varios compañeros del barrio que se quieren volver. Cada vez ganan menos y laburan más.
El remedio del presidente Mujica

 La barra del ‘Rover’ está observando con detenimiento el revoloteo de las hojas otoñales de los viejos plátanos que llenan de color la esquina de San Martín y Propios. En otoño los muchachos se vuelven más reflexivos. Andan a vueltas con la crisis en la vieja Europa. Tienen varios compañeros del barrio que se quieren volver. Cada vez ganan menos y laburan más.

 

-TITO: Ando medio boleado con el asunto de la crisis europea y sobre todo en España. Si ayer tiraban manteca al techo no entiendo que ahora estén en la lona. Lo digo porque nuestros queridos amigos Lucy y Cacho Cobelli se quieren venir de vuelta. Dicen que laburan más horas y cobran menos. Antes cobraban algo más de 1000 euros por ocho horas y ahora con más de 10 horas diarias trabajadas reciben unos 850 euros. Ahora se les complica para poder ahorrar uno mangos para el ranchito propio que se quieren comprar acá detrás de la farmacia ‘Pose’.

-POCHO: A mi también me descolocaron con la crisis. No es fácil de entender que con las buenas infraestructuras y con la excelente Seguridad Social de España que sufran por graves problemas económicos. Creo son el número uno mundial en vías ferroviarias de alta velocidad y reciben más de 50 millones de turistas al año. No me cierra.

-DON JOSÉ: Bueno, botijas, la cosa está muy jodida por el norte pero a mis años no me asusta nada ya que el sistema capitalista es tan genial que se reinventa cada día para tenernos bien ataditos a la rueda por medio de las boludeces que publican los coimeros medios de prensa. Ahora la onda en España, por ejemplo, es meterle en la cabeza a los ciudadanos que fueron todos unos despilfarradores y que vivían por encima de sus posibilidades. Nosotros que conocemos bien a Lucy y a Cacho certificamos que nunca tiraron un vintén pero están cagados igualmente.

-TITO: Bueno, don José, a lo mejor es cierto que los españoles gastaban lo que ganaban y no ahorraban nada. Por lo que cuentan había cola en todas las parrilladas. En Galicia las familias salían los sábados y domingos a comer fuera y casi acaban con el pulpo al darle de punta al sabroso cefalópodo de sus maravillosas rías. Por todos lados autos nuevos y estreno de pilchas todas las semanas. Sin olvidarse del apartamento por medio de un préstamo hipotecario.

-POCHO: A mi me parece que ahí no está el problema. El gastar en comer fuera mueve la economía porque si antes vendías 50 chorizos ahora vendés 100. Si tenés más clientes necesitás contratar empleados. Es un círculo en el que salimos todos beneficiados. El problema se da cuando nadie sale a gastar. Así es que al primero que despiden es al mozo que te servía la cervecita fresca y la muzzarella calentita. Al quedarnos en casita la economía se va a la mierda, creo yo.

-DON JOSÉ: Ustedes razonan bien. Coincido en que los responsables del problema no son los laburantes, ni los empleados públicos, ni la clase media en general. No tienen culpa ninguna pero son los que se joden. Somos las víctimas de los afanancios más peligrosos de la historia de la humanidad. Me explico. Todo empezó con un grupo de chorros que vaciaron bancos enteros. En otros tiempos el banco cerraba y el estado se hacía responsable de devolver el dinero a los depositantes. A veces no se devolvía todo o se hacía en cuotas pero se intentaba que el particular no perdiese sus ahorros. Ahora no, mis amigos, cambió la moda. Se repone o recapitaliza el capital social con dinero público y se indemniza con millones de pesos a los chorros que se llevaron la guita.

-TITO: Usted tiene razón. Acá hay algo que te repatea y recalienta. Si tenés una ferretería y te fundís al no vender un tornillo te ves obligado a bajar la persiana. No viene el “Papi Chulo Estado” a recompensarte con una jugosa indemnización. Si te fue mal te jodés, así de claro. Puede ser que no servís para estar detrás del mostrador o porque los chinos de la esquina venden los tornillos regalados. No tengo respuesta para la curiosa pregunta de determinar la razón de que los directivos-gestores-malversadores sean premiados.

-POCHO: El ejemplo de la ferretería me parece perfecto. En el mercado capitalista la base es la libre empresa ¿verdad? Entonces tampoco yo tengo respuesta para contestar al disparate de que unos malos administradores reciban un premio en vez de ser imputados penalmente por delito económico. Supongo que la verdad de la milanesa como dice el gran Penelas está en el reparto de dinero. Algo así: acá van 100 millones pero 50 me los ponés en las Bahamas o mejor me los das en mano dentro de una bolsita del supermercado con billetes de 500 euros que no ocupan nada.

-DON JOSÉ: Lo peor de la crisis o mejor dicho del Gran Afane no está, creo yo, en el robo de dinero público. Lo más triste es que acabaron con los derechos sociales. Sin laburo los ciudadanos se desesperan para conseguir llevar el puchero a la familia. Los dueños del dinero tienen otro objetivo que es la inmoralidad total, a mi entender. Se trata de que los gobiernos no tengan autonomía para decidir sobre sus políticas sociales. Ellos dictan las normas que nos retroceden a los tiempos de la esclavitud. Menos mal que en nuestro Uruguay estamos medio salvados mientras el presidente Mujica aguante fuerte e inmune  al virus “Coimerus”. El Pepe es hombre baquiano. Conoce un remedio muy efectivo:  “Por las mañanas, al levantarse, tómese un buen matecito de autoestima uruguaya”.