Opinión

El “bankster”

La crisis económica actual ha procreado un nuevo “enemigo público número 1”; los banqueros globales, a quienes se les responsabiliza por la crisis actual.

La crisis económica actual ha procreado un nuevo “enemigo público número 1”; los banqueros globales, a quienes se les responsabiliza por la crisis actual. La indignación ciudadana que sufre la crisis mejor que nadie mientras observa cómo gobiernos y organismos internacionales se dedican a rescatar financieramente los banqueros, ha establecido este nuevo enemigo: los ‘banksters’, conjunción de ‘banker’ o banquero con gánster.
El término ‘bankster’ ya hizo su aparición en EEUU durante la Gran Depresión post-1929. Con la crisis que explotó en 2008, la prensa británica resucitó este término, copiado su ejemplo por la prensa francesa, en especial el izquierdista diario Libération. Recientemente, un breve documento del partido socialdemócrata alemán, el SPD, acusó a los “banksters” de “chantaje contra sus propios gobiernos con la amenaza de una bancarrota con efecto dominó”, así como de presunta “complicidad en acciones delictivas”, como el narcotráfico y otras organizaciones criminales y hasta terroristas.
Hoy tenemos incluso en el tapate el denominado ‘escándalo LIBOR’, acrónimo en inglés de tasa interbancaria, en la cual se evidencia la connivencia de bancos como Barclays, Citigroup, JPMorgan Chase, UBS, Deutsche Bank y HSBC, para falsificar información sobre las tasas de interés interbancarias con el fin de que los bancos centrales hicieran lo propio con las suyas, además de presunta evasión fiscal.
Una organización independiente, la Red de Justicia Fiscal, investiga la evasión impositiva internacional y el papel de los bancos en los paraísos fiscales, en la que se estima que unos 11,5 billones de dólares de activos están guardados en bóvedas de seguridad, lo que hace que los gobiernos se pierdan de recaudar unos 250.000 millones de dólares al año. Estos paraísos fiscales serían los territorios británicos de Isla de Man, Guernsey y Gibraltar, las Islas Caimán y países como Suiza, Singapur y Mónaco.
No se puede saber con certeza si existirá justicia contra los ‘banksters’ pero sí es pertinente considerar que el empobrecimiento de las sociedades a nivel mundial por este desenfrenado crimen fiscal y bancario realizado por unas elites hoy rescatadas por los gobiernos e instituciones internacionales, presagia un conflicto social latente que durará, al menos, durante esta generación. Mientras, al ‘bankster’ no parece preocuparle si la crisis afectará su futuro.