Opinión

Un digno heredero del viejo Artigas

Los muchachos comentan que los ‘blancolorados’ andan desesperados para ganar en la segunda vuelta. Quieren volver pero los ciudadanos están en su mayoría por el futuro que pasa por la renovación del mandato al Frente Amplio. Su gran oferta es el ofrecimiento de laburos en los ministerios en lugar de los actuales contratados frenteamplistas.
Un digno heredero del viejo Artigas
Los muchachos comentan que los ‘blancolorados’ andan desesperados para ganar en la segunda vuelta. Quieren volver pero los ciudadanos están en su mayoría por el futuro que pasa por la renovación del mandato al Frente Amplio. Su gran oferta es el ofrecimiento de laburos en los ministerios en lugar de los actuales contratados frenteamplistas. Dicen que echarán a los vagos para poner en su sitio a los buenos uruguayos que opten por apoyar el retorno al poder de los auténticos patriotas. La barra está sorprendida por el bajón de votos que el F.A. tuvo en la capital. La segunda vuelta en el último domingo de noviembre será muy reñida porque los colorados –viejos coimeros– cobrarán con buena guita y buenos acomodos su apoyo al candidato blanco.  
–Es que los colorados son flor de soretes, che. No proponen ninguna medida de gobierno que se pueda analizar. No intentan mejorar lo que hizo el Frente Amplio y suben casi el doble con respecto a lo que sacaron en el 2004. Hay que ser mal uruguayo para votar a los mayores destructores del país o tener la promesa de que vuelva la papita del laburito aquel en el que los ñoquis cobran su salario de mercenarios baratos.
–Tenés razón, Pocho. Antes era así: había laburo, el país crecía y llegaban emigrantes. Pero sucesivos gobiernos de malandras –que le pusieron una cortina delante de los ojos a la gente– fueron vaciando el cajón hasta que liquidaron todo. Viene Tabaré y recompone la casa en ruinas. Sin embargo sigue habiendo giles que prefieren que se funda el país si ellos se rebuscan sin laburar. El pasado domingo 25 se comprobó que miles de uruguayos se creen los cuentitos blancocolorados.
–Bueno, muchachos, hay que animarse. Ganamos, ¿no?. Los resultados son muy buenos. No seamos negativos. Hay que empujar. Nuestro deseo era que el Pepe fuese presidente a la primera. Habrá que hacerlo presidente a la segunda. Tenemos que esforzarnos para convencer a los indecisos que votaron en blanco. El 47,5% del electorado nos votó y ganamos en 11 departamentos. Mi temor es que ahora la consigna sea la de acabar con la guita para vino. Habrán escuchado a los enemigos de la Patria Grande decir que todos los del Frente somos unos borrachos. Son muchos los blancolorados que piensan que Tabaré se dedicó a repartir unos mangos para que los frenteamplistas pudiesen mamarse sin limitaciones. Repiten muy convencidos que la política social benefició única y exclusivamente a los militantes y a los bichicomes.
–Comparto su preocupación, don José pero quiero creer que el electorado maduró y por lo tanto sabe discernir entre lo útil y lo inútil. No quiero hablar de ideologías porque los blancolorados no manifiestan ninguna. Siguen en la onda de la indefinición, que al final es simplemente la defensa de sus intereses particulares. Es de político honrado reconocer los errores en la gestión pero es de bobo de mierda negar todo. El más pésimo gobierno acierta en algo, digo yo. Entonces la pregunta es si los inteligentes blancolorados tienen un plan mejor. Así se ayuda al país, con propuestas que mejoren el nivel de vida.
–Me parece Tito que le estás dando demasiada conciencia cívica a nuestro electorado. Algo de razón tienen en que muchos subsidiados vivían en curda. Ahora bien, tampoco me parece que todos los garroneros voten al Frente. Pero el enfoque que hacés no sirve para ganar las elecciones. A los colorados les importa un pepino el país, el padre del candidato tendría que haber estado en prisión por ser un pachequista asqueroso, pero tienen la llave y van a pedir mucho por el apoyo al nieto del viejo Herrera. Volviendo al asunto de los bichicomes. En mi opinión la actuación del gobierno es merecedora de un premio internacional a los derechos humanos en la categoría de dignificación de los marginados. Pero la derecha volverá a las viejas prácticas de acercarse a los cantegriles con chorizos al pan. Al final lo que valen son los votos ¿no?.
–Estoy con el Tito. A lo mejor no estamos tan concienciados pero reconocerá que avanzamos mucho. Por un lado el gobierno impulsó el desarrollo desde adentro y por otro mejoró situaciones externas. Si la derecha iba a los cantegriles con la botella de vino debajo del brazo era porque le daba resultado, eso es evidente. Ellos no creen en el progreso de la sociedad. Su pensamiento es inmovilista. Son los promotores de la resignación y hacen repetir a todos que siempre habrá ricos y pobres. El gran éxito de Pepe Mujica es su convicción de que la riqueza económica es riqueza si es social. Si no hay reparto es desequilibrio. Lo importante no está en la cantidad de guita que tenga un gobierno, no, lo importante está en el fin que se pretenda. Se puede ayudar a crecer con 500 o con 1.000 pesos pero no se puede ayudar a nuestros desposeídos con la limosnita del buen samaritano. Los blancolorados no quieren dignidad ciudadana lo que quieren es mendigos que le deban el favor.
–De acuerdo, Pocho. No niego el avance social. El gobierno frentamplista cumplió… pero no todos lo creen así. Hay gente que se traga las mentiras del dúo del atraso. Están los que votan con el culo y que se dejan llevar por las anécdotas sobre si el Pepe no tiene corbata o sobre si Lucía no fue a la peluquería. Los uruguayos de bien queremos un presidente que sea digno heredero de José Artigas. Sabemos por malas experiencias del pasado que con un auténtico artiguista en la presidencia seremos una familia unida en el esfuerzo común de sacar el país adelante. Tenemos que producir más para poder exportar y utilizar los mangos que entren en electrificación y saneamiento rural. Nuestro interior lleva años abandonado. Algunas escuelas rurales son ranchos destartalados que necesitan de una urgente mejora. Espero que la fuerza moral de nuestro ético candidato se lleve por delante todas las injustas tachaduras que le están poniendo los dos antipatriotas del desafinado dúo: Afanancio blancolorado. A estos dos aprovechados hay que tratarlos como presuntos delincuentes, haciendo la salvedad protocolaria de que su madre era una santa. Confío en que los votantes de corazón colorado –algún buen batllista quedará– no regalen su voto para que tres pachequistas sean embajadores.