Opinión

Desempleo y formación

El Estado español tiene la tasa más alta de desempleo juvenil (y adulto). No es un “premio” surgido del frío, ahora bien, lo tuvo siempre por méritos propios.
El Estado español tiene la tasa más alta de desempleo juvenil (y adulto). No es un “premio” surgido del frío, ahora bien, lo tuvo siempre por méritos propios. La emigración fue una válvula de escape para el desempleo crónico que sufrió el Estado entre los jóvenes y los no tan jóvenes; ahora, en 2011, la emigración no deja de ser un hecho anecdótico si lo comparamos con cifras pasadas, porque ya lo dijo Aristóteles “una golondrina no hace verano”.
Existen todavía muchos tópicos sobre el desempleo, uno es el de la formación. El lugar común dice que existe mucho desempleo juvenil por falta de formación, como si los “formados” académicamente tuviesen todos empleo. La realidad es otra, porque el exceso de formación no garantiza ningún empleo, sobre todo cuando la máxima aspiración de los universitarios del Estado es ser funcionarios.  
Esta máxima aspiración de las juventudes “formadas” choca frontalmente con el de millones de jóvenes alemanes, franceses u holandeses…. ¿Tampoco hemos cambiado en 500 años?
En el ‘Lazarillo de Tormes’ el hidalgo echaba migas a la barba… para que pensasen que había comido, después del empacho de estos años de “bonanza”… toca buscar las migas aquí o mediante el eufemismo de la “movilidad laboral” que en cristiano viejo se llamaba emigración.