Opinión

Cuando Usain Bolt mandó callar a una española

Radio Televisión Española (RTVE) envió a los juegos olímpicos de Londres 2012 a media plantilla. La “cobertura” de los juegos fue extensa y poco profunda. De nada sirve cubrir todos los deportes con un milímetro de profundidad. Se salvaba alguna comentarista de gimnasia, una no las dos.
Cuando Usain Bolt mandó callar a una española

Radio Televisión Española (RTVE) envió a los juegos olímpicos de Londres 2012 a media plantilla. La “cobertura” de los juegos fue extensa y poco profunda. De nada sirve cubrir todos los deportes con un milímetro de profundidad. Se salvaba alguna comentarista de gimnasia, una no las dos.
Uno de los errores más comunes de los comentaristas españoles en estos juegos fue el de equivocarse con los gentilicios, principalmente con los de Trinidad y Tobago, que bien sabemos en el Caribe que son trinitarios y no “trinitenses” como aseguraban los locutores de RTVE.
Pero las preguntas más milimétricas (por su profundidad) de estas Olimpiadas se las debemos a las entrevistas de Izaskun Ruiz en el estadio olímpico a los atletas de atletismo. Ruiz, con un manejo del inglés digno de Javier Solana justificando cualquier bombardeo con cara de “yo no fui que soy un mandado”, no salía del “cómo te sientes después de esta carrera” y el “cómo te sientes después de este nuevo récord”. El momento más educativo fue cuando le iba a preguntar esas mismas dos preguntas al velocista jamaiquino Usain Bolt y éste le mando callar porque estaba sonando un himno (el de Jamaica), en señal de respeto.
Izaskun Ruiz que tiene por los himnos ajenos el mismo respeto que millones de españoles, es decir ninguno, se quedó de piedra y en actitud firme escuchó el himno con Bolt. Éste le permitió que hiciera sus dos preguntas de “oro” una vez acabado el mismo y supimos cómo se sentía Usain Bolt después de ganar su carrera.