Opinión

‘Carlos Pellegrini, periodista’, estudio del profesor Mayochi

Con fecha de 4 de diciembre del presente 2007 recibo la siempre afectuosa epístola de Don Enrique Mario Mayochi –ilustre ensayista y multiacadémico, periodista y profesor–, quien me expresa: “Le acompaño un librito dedicado a la labor periodística del político argentino Carlos Pellegrini, el cual debió ser presidente de la Nación, si no engañaba el general Roca, bien llamado ‘El zorro”.
‘Carlos Pellegrini, periodista’, estudio del profesor Mayochi

Con fecha de 4 de diciembre del presente 2007 recibo la siempre afectuosa epístola de Don Enrique Mario Mayochi –ilustre ensayista y multiacadémico, periodista y profesor–, quien me expresa: “Le acompaño un librito dedicado a la labor periodística del político argentino Carlos Pellegrini, el cual debió ser presidente de la Nación, si no engañaba el general Roca, bien llamado ‘El zorro”. Editado por la Academia Nacional de Periodismo, Dunken, Buenos Aires, 2007, leo el irreprochable estudio cuyo título se nos revela como Carlos Pellegrino, periodista: trabajo sobre la acción periodística de Pellegrini, de quien se cumplió en 2006 el centenario de su muerte. Imprescindible monografía que ha sido incluida por la editorial Sudamericana en el libro El hombre que hizo, obra que tuvo el patrocinio de la Fundación que honra la memoria del prócer.
“Carlos Pellegrini fue periodista al igual que Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Roque Sáenz Peña –escribe en su ‘Liminar’ el intelectual Mayochi, historiador argentino, miembro numerario de la Academia e Instituto Nacional Sanmartiniano, de la Academia Porteña del Lunfardo, del Instituto Urquiza de Estudios Históricos y de la Academina Nacional de Periodismo, entre otras–. Todos ellos, antes o después de ejercer la primera magistratura de la República, fueron hombres de prensa y en algunos casos fundadores de diarios”. Pellegrini dio sus primeros pasos en el periodismo en 1869, cuando se graduó de abogado en la Universidad de Buenos Aires. En 1867 –durante la presidencia de Mitre– se había incorporado a la función pública como oficial primero del Ministerio de Hacienda, para convertirse en su subsecretario siendo Sarmiento primer magistrado. Político militante en el Autonomismo de Adolfo Alsina, no es extraño que supusiese aquello que, años más tarde, alcanzaría a constatar tras el viaje a los Estados Unidos. ¿Y qué pudo comprobar? Según Agustín Rivero Astengo, en la biografía a él dedicada, comprobó que un alto número de congresistas –ya senadores, ya representantes– compartían la labor legistativa con la dirección de diarios. Actividad que era estimada como una prolongación de aquélla, lo cual les facilitaba el propagar ideas y proyectos que, de otra guisa, era posible que dejasen de trascender a sus votantes y, en general, a la opinión pública. De modo personal asimismo palpó que la energía periodística se asemejaba a la generosa mano que daba acceso a la orientación y educación del pueblo, además de representar una notable influencia en las determinaciones de orden gubernamental.
El libro del historiador argentino Enrique Mario Mayochi desarrolla seis sólidos apartados: “Su iniciación en el periodismo”, “En el diario de Bilbao”, “La Opinión’: un intento fustrado”, “El diario ‘Sud América”, “El País’: último diario de Pellegrini” y “No sólo pluma de periodista”. Evoca, en primer término, aquel 18 de octubre de 1869, cuando Buenos Aires contaba con el vespertino: La prensa. Su fundador, José Clemente Paz. 135 años de vida lo contemplan, siendo el decano de los que se publican en la ciudad bonaerense. En 1872 Pellegrini, incorporado ya a la Cámara de Diputados, publicó sus artículos en el diario La República, fundado por el chileno Manuel Bilbao. Fundó en 1877 La Opinión, que apareció desde el 1º de abril hasta el 17 de septiembre del mismo año. Sud América se editó el 5 de mayo de 1884 y El País el 1º de enero de 1900. Junto con la bibliografía adjunta, un libro imprescindible. Enhorabuena.