Soy de aquí, soy de allá

Soy de aquí, soy de allá
 La periodista Katherine Hernández De León, dando lectura a su escrito ‘Soy de aquí, soy de allá’.
La periodista Katherine Hernández De León, dando lectura a su escrito ‘Soy de aquí, soy de allá’.
Entre silbidos y tonadas me he despertado miles de mañanas tarareando “Soy de aquí, soy de una tierra donde el mar cautiva al sol...” de Benito Cabrera. Enciendo la radio para escuchar noticias que son interrumpidas por “Mercedes se está bañando en las orillas de un río...” del maestro Simón Díaz. Me maravillo y me pierdo, pero entre amigos y familiares recuerdo que soy de aquí y soy de allá.
¿Que cómo es eso? Muchos lo saben, lo viven y lo sienten. Cuando nací, me dieron tetero de gofio y también de crema de arroz, bailé izas, joropos y gaitas; admiré a mi familia emigrante pero también al campesino llanero. Vivo en Caracas, ciudad convulsionada pero nido de oportunidades; sin embargo, deliro por comerme una vieja con papas arrugadas bajo la sombra del Teide y con ese atlántico inmenso salpicando mi rostro.
Nada me hace sonreír más que la estirpe de mi pueblo canario: Mis abuelos que llegaron en barco a las costas de La Guaira con ese ímpetu incansable propio de los titanes, mis padres con esas ansias de recorrer camino con pasos firmes para dejarme su herencia humana, mis amigos con su hombro para apoyarme en la adversidad y tanta gente que me ha visto crecer siendo de aquí y de allá.
Me embarga la tristeza y la esperanza por tantos amigos y familiares que han regresado a la tierra de nuestros padres. Buscan hoy lo que nuestros abuelos buscaban en este Caribe hace cincuenta años. Ellos también son de aquí y de allá.
Nuestra Venezuela, esa de oportunidades y de cara a la modernidad, atraviesa por un momento al menos convulsionado. Lo vivo a diario, me ocupa los días, trabajo en ello. En mi labor cotidiana reconozco que el país donde nací, permanece en una suerte de limbo que considero pesimistamente difícil de sortear; nuestras queridas Islas Canarias no escapan de una crisis económica mundial que ha logrado tumbar las expectativas de los más optimistas y que ha hecho cuesta arriba el progreso que mal que bien se venía adelantando.
A pesar de esto, confío en esas ganas de luchar que siempre nos han identificado, ese optimismo, ese refrán “al mal tiempo, buena cara”, ese sentir de trabajo que nos ha clasificado a los que somos de aquí y de allá como dignos eslabones del desarrollo a fuerza de trabajo y esfuerzo. Porque no hay en el mundo dificultad que quebrante nuestro espíritu de lucha, nuestras ganas de salir “pa’ lante” nuestro silbido ensordecedor. No hay gobernante alguno que nos quite las ganas de alcanzar el inexorable sueño de ser felices.
¿O acaso la bota de Franco acabó con nuestras ansias de libertad? ¿O acaso la cochinilla exterminó para siempre nuestros cultivos? ¿O acaso un Pérez Jiménez pudo más que los sueños de mantener una vida digna? Nada lo ha logrado y por eso sé que nada nos amilanará.
Las noticias suelen ser un espacio poco grato, pero nos conectan con la realidad y nos abren la mente para encarar esos problemas que nos ocupan. El periódico ‘El día’ que circula en Canarias tiene una sección titulada ‘La Octava Isla’, se refiere en específico a informaciones relacionadas con lo que ocurre en Venezuela. Es lamentable que para “algunos” Canarias no sea el estado 23 de nuestra patria, hoy muchos isleños han sido incluso expropiados, saqueados, secuestrados y lo peor es que 200 años después de la Independencia nos vuelven a recordar “Españoles y Canarios contad con la muerte”.
Mucho nos dolería dejar nuestra Patria, no es fácil abandonar no solo nuestros sueños sino también los de nuestros abuelos que imaginaron un futuro para su descendencia en estos valles suramericanos pero reitero nuestro ánimo de lucha y esas notas maravillosas de Benito Cabrera y que todavía me parece oír en la voz en Joam Walo y Lolina “...Soy América y Europa mi raíz es bereber, soy atlántico y simiente soy alisio, sal y miel. Soy de aquí, soy de una tierra donde el mar cautiva al sol... Con el mundo por frontera ser canario es mi razón”.