DICE QUE LA REGIÓN ES HOY LO QUE ES “GRACIAS A LOS CÁNTABROS QUE ABANDONARON ESTA TIERRA Y NUNCA LA OLVIDARON”

Revilla presentó el libro ‘Casas de Cantabria. Embajadas en el Mundo’

El presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, afirmó el pasado jueves que “Cantabria es hoy lo que es gracias a los cántabros que se vieron obligados a abandonar esta tierra y nunca la olvidaron”, al tiempo que consideró “de justicia” agradecer su contribución al progreso de la Comunidad. Durante la presentación del libro ‘Casas de Cantabria. Embajadas en el Mundo’, Revilla valoró el “apego a la tierra” de los cerca de 125.000 cántabros que viven en estos momentos fuera de la región y se refirió a ellos como “nuestros, a todos los efectos”.
Revilla presentó el libro ‘Casas de Cantabria. Embajadas en el Mundo’
Miguel Ángel Revilla y Vicente Mediavilla presidieron la presentación del libro.
Miguel Ángel Revilla y Vicente Mediavilla presidieron la presentación del libro.

El presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, afirmó el pasado jueves que “Cantabria es hoy lo que es gracias a los cántabros que se vieron obligados a abandonar esta tierra y nunca la olvidaron”, al tiempo que consideró “de justicia” agradecer su contribución al progreso de la Comunidad. Durante la presentación del libro ‘Casas de Cantabria. Embajadas en el Mundo’, Revilla valoró el “apego a la tierra” de los cerca de 125.000 cántabros que viven en estos momentos fuera de la región y se refirió a ellos como “nuestros, a todos los efectos”.

Asimismo, garantizó la continuidad del apoyo del Gobierno cántabro a los 28 centros regionales repartidos por todo el mundo, porque de no actuar así, subrayó, “no seríamos buena gente”.
Después de preguntarse qué sería de él si tuviese que abandonar Cantabria, el presidente afirmó que “nadie deja esta tierra voluntariamente y quienes lo tienen que hacer necesitan tener las raíces cerca, porque eso es algo consustancial a los genes de los cántabros”.
También recordó a indianos ilustres como los marqueses de Comillas, Valdecilla y Manzanedo, que consiguieron amasar grandes fortunas en el extranjero durante el siglo XIX y ejercieron una importante labor de mecenazgo en la región.
Finalmente, felicitó a la Consejería de Presidencia por la edición de este libro, que considera “un reconocimiento a todas esas personas que tuvieron que abandonar Cantabria pero que nunca la olvidaron”.
La presentación tuvo lugar en el Ateneo de Santander y en ella Miguel Ángel Revilla estuvo acompañado por el consejero de Presidencia y Justicia, Vicente Mediavilla; el presidente del Ateneo, Carlos Galán, y el coordinador de centros regionales del Ejecutivo cántabro, Jesús Martínez Teja.
Al acto asistieron alrededor de 250 personas, entre las que se encontraban los presidentes de las Casas de Cantabria de Burgos, Logroño, Eibar y Valladolid, además del vicepresidente del centro regional en Madrid. También acudieron los alcaldes de Villacarriedo, Ángel Sainz; San Pedro del Romeral, Pedro Gómez; Selaya, José Luis Cobo, y Valle de Villaverde, Pedro María Llaguno.


“Mucha Cantabria repartida por el mundo”

Por su parte, Mediavilla aseguró que hay “mucha Cantabria repartida por el mundo”, por lo que defendió que, desde 2003, uno de los objetivos del Ejecutivo cántabro fue “ser el Gobierno de todos los cántabros”, incluidos los más de 125.000 que no residen en la región.
En este sentido y para demostrar la importancia de “esa realidad”, puso como ejemplo que en México, donde vive la mayor colonia de cántabros en el extranjero, “hay tantos cántabros como en 21 municipios de la región y viven más que en Medio Cudeyo o Colindres”.
“En Venezuela viven tantos como en Villacarriedo y los que residen en Cuba y Estados Unidos suman casi tantos habitantes como personas viven en Noja”, sostuvo el consejero para defender que todos ellos conforman un colectivo “muy amplio al que el Gobierno no debe nunca dar la espalda”.
Por otra parte, Mediavilla defendió que las Casas son una “realidad imparable”, como demuestra el hecho que, desde 2003, se hayan constituido seis nuevos centros, cuatro de ellos en España (Aragón, Ibiza, A Coruña y Valencia) y dos más en Guatemala y Venezuela.
Durante todos estos años, añadió, el apoyo del Gobierno ha sido “constante” y se han puesto en marcha “numerosas iniciativas” para conseguir que todos los asociados “sintieran esta tierra más cerca”.
Así, hizo mención al fomento de actividades deportivas y culturales, la celebración de cinco encuentros, la convocatoria de subvenciones para el funcionamiento de los centros, la creación de una página web específica (www.casasdecantabria.org) y la convocatoria de un concurso de dibujo infantil, siempre con la vista puesta en “las segundas y terceras generaciones de cántabros que constituyen el futuro de los centros”.


Cuatro apartados
El libro está estructurado en cuatro apartados. El contexto histórico se ofrece en el primero de ellos, en el que, bajo el epígrafe ‘La emigración cántabra’, la historiadora Consuelo Soldevilla analiza detalladamente los destinos preferentes de los emigrantes cántabros y los motivos de esos flujos migratorios, entre otros aspectos.
El segundo se centra en la ‘Historia de las Casas’, en el que se detallan las circunstancias de creación de los 28 centros regionales repartidos por todo el mundo. En el siguiente, denominado ‘Encuentros de Casas de Cantabria’, se aportan los documentos, fotografías y acuerdos resultantes de las reuniones celebradas entre representantes de todas las Casas, desde la primera, que acogió Comillas en 2004, hasta la última, celebrada en septiembre de 2008 en Buenos Aires (Argentina).
El último capítulo, ‘Casas de Cantabria’, realiza un recorrido más detallado por todos los centros, las actividades que realizan en la actualidad, sus juntas directivas y principales hitos.
El libro se cierra con dos anexos: uno con los datos de contacto y ubicación de todos los centros y un segundo, más extenso, en el que se ofrece un estudio del número de cántabros que residen fuera de la región, así como un pequeño estudio comparativo del análisis de la emigración cántabra durante la última década.