LA OBRA “INTENTA HUIR DE LOS TóPICOS QUE HAN CAíDO SOBRE ROSALíA COMO LOSAS”

Presentado en la Casa de Galicia en Madrid un libro sobre ‘Cantares Gallegos’

Este lunes, la Casa de Galicia en Madrid acogió la presentación del libro ‘Cantares Gallegos Hoxe. Unha lectura actualizada de Rosalía de Castro’ por María Pilar García Negro, al cumplirse el 150 aniversario de la publicación.

Presentado en la Casa de Galicia en Madrid un libro sobre ‘Cantares Gallegos’
García Negro firma su obra a los asistentes.

Este lunes, la Casa de Galicia en Madrid acogió la presentación del libro ‘Cantares Gallegos Hoxe. Unha lectura actualizada de Rosalía de Castro’ por María Pilar García Negro, al cumplirse el 150 aniversario de la publicación. En el acto, presidido por el delegado de la Xunta en Madrid, y director de la Casa, José Ramón Ónega López, intervinieron además de la autora y profesora María Pilar García Negro; el coordinador de actividades de la Casa, Ramón Jiménez; la catedrática e investigadora y presidenta de la Asociación de Mulleres Galegas Rosalía de Castro, Helena Veiguela; y el editor, Henrique Alvarellos.

“El libro de la profesora María del Pilar García Negro es un estudio profundo, una lectura actualizada de Rosalía de Castro”, dijo Ónega en sus palabras, destacando también de la célebre autora que en sus “Cantares, que son vida, que son Galicia, que se presentan lo que somos y sentimos los gallegos, especialmente cuando salimos de nuestra tierra”. En otro momento recordó que ella, refiriéndose a Rosalía, “era una mujer hija del siglo XIX y supo legarnos lo que somos, cómo somos y por qué”. En relación al libro de la profesora García Negro señala que con esta obra, “nos devuelve a una Rosalía inmortal, cercana, con ribetes de madre, con rasgos de mujer que convirtió la inspiración poética en una fuente de aguas cristalinas”.

Para el editor Henrique Alvarellos, la obra es “potente y sintética, e intenta huir de los tópicos que han caído sobre Rosalía como losas”. En un símil con la nueva fotografía que se encontró recientemente, “es Rosalía desde otro perfil”, aseguró.

Helena Veiguela, que conoce a María Pilar desde que empezó en la docencia hace más de 36 años, señaló que además de profesora, parlamentaria, autora de 13 libros, y cientos de artículos, García Negro es ante todo y sobre todo “una luchadora”, una persona defensora de las mujeres y sus derechos, de su tierra, y de la lengua gallega, que utilizó como lengua vehicular en sus clases desde el primer día en 1976, “cuando yo la conocí”. En relación al libro, coincidió también en señalar que se trata de un estudio para “desmitificar muchos tópicos”.

Por su parte, la autora expuso algunas de las conclusiones a las que llegó cuando analizó la vida de Rosalía intentando documentarse en los orígenes. “El objetivo era conocer, pese a las toneladas de bibliografía que existen, quién era en realidad Rosalía”. Y así observó, por ejemplo, que cuando vivió en Santiago con su madre, siempre se alojaban cerca de importantes puntos culturales, porque el frecuentarlos era una prioridad para ellas. También está probado que, aunque de familia de linaje, no contaban con abundancia de recursos, pues el patrimonio había ido desapareciendo, pero no así la educación, algo que no era tan común en 1850, cuando la preparación de las mujeres iba exclusivamente encaminada a que fueran buenas esposas y madres. Resaltó también “la musicalidad” de la obra de Rosalía, algo “lógico si tenemos en cuenta que tocaba varios instrumentos y en ocasiones visualizaba partituras a la hora de escribir”. Y también es patente su feminismo ilustrado y siempre socializado; el amor y la defensa fervorosa de la tierra y el compromiso radical con sus clases populares.

La autora hizo un repaso por los hechos más relevantes de la vida de Rosalía explicándolos y huyendo de adjetivos tan consabidos como “costumbrista, folclórica, o romántica”, que a su juicio “son corsés que no son ciertos”, como tampoco es cierto que el hecho de ser hija de un sacerdote la marcara especialmente y la dejara “traumatizada”, y menos si tenemos en cuenta su buena relación con la familia paterna y que en entonces, “un tercio de la población eran hijos naturales”.