Un premio en la adolescencia que sentó las bases de su carrera literaria

Un premio en la adolescencia que sentó las bases de su carrera literaria

Nacido en la localidad ourensana de Xinzo de Limia en el año 1941 y fallecido en Nigrán (Pontevedra) en 2002, la vocación literaria de Carlos Casares empezó a manifestarse ya en la edad de la adolescencia, cuando ganó un premio que le permitió conocer al escritor Vicente Risco. Ya en la etapa universitaria, en la que se especializó en Filología Románica en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Carlos Casares entró en contacto con el núcleo de la cultura gallega antifranquista mientras continuaba cultivando su perfil literario.
En el año 1967, Casares publicó su primera obra, el libro de relatos ‘Vento ferido’ y poco después se convirtió en un pionero de la literatura infantil en gallego: en 1968 ganó, con el relato ‘A galiña azul’, el I Concurso de Cuentos Infantiles de la Asociación Cultural O Facho y, en 1973, el I Concurso de Teatro Infantil de la misma entidad con ‘As laranxas máis laranxas de todas as laranxas’.
En 1975, ‘Xoguetes para un tempo prohibido’ le reportó el Premio Galaxia y tres años después Casares ingresó en la Real Academia Galega, donde fue el miembro de número más joven.


Actividad política
En los años de la Transición y del comienzo de la democracia, el autor limiense participó activamente en la reivindicación autonómica y como parlamentario independiente en las listas del PSdeG-PSOE trabajó a favor de la Lei de Normalización Lingüística (1983).
Carlos Casares fue director de la editorial Galaxia entre 1986 y 2002) y de la revista ‘Grial’ (1988-2002) y, posteriormente, presidente del Consello da Cultura Galega (1996-2002).
A pesar de sus múltiples trabajos, no abandonó nunca la escritura y siguió publicando obras como la colección de relatos ‘Os escuros soños de Clío’ y las novelas ‘Ilustrísima’, ‘Os mortos daquel verán’ y ‘Deus sentado nun sillón azul’.