Participante en el programa ‘Reencontros na Casa’ 2019

Olga Martín: “No me vengo porque mis hijos todavía no se animan a dar el paso, pero Venezuela está muy mal”

“Picholeiriña hasta la médula”, así se define esta compostelana María Olga Isabel Martín Botana, que a los 11 años se fue a Venezuela y llevaba una década sin visitar Galicia. “He visto Galicia muy cambiada, sobre todo las afueras de Santiago, porque el centro sigue siendo histórico”, asegura Martín, quien cuenta que lleva 54 años en Venezuela y allí formó una familia. “No me vengo porque mis hijos todavía no se animan a dar el paso, pero Venezuela está muy mal”, explica a la vez que comenta que tiene “miedo de venir y que pase algo allí”.

 

Olga Martín: “No me vengo porque mis hijos todavía no se animan a dar el paso, pero Venezuela está muy mal”
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María Olga Isabel Martín -a la izda.-, junto a Cristina Cobas en el Claustro de San Martín Pinario.

“Picholeiriña hasta la médula”, así se define esta compostelana María Olga Isabel Martín Botana, que a los 11 años se fue a Venezuela y llevaba una década sin visitar Galicia. “He visto Galicia muy cambiada, sobre todo las afueras de Santiago, porque el centro sigue siendo histórico”, asegura Martín, quien cuenta que lleva 54 años en Venezuela y allí formó una familia. “No me vengo porque mis hijos todavía no se animan a dar el paso, pero Venezuela está muy mal”, explica a la vez que comenta que tiene “miedo de venir y que pase algo allí”.

María Olga Isabel Martín solo tiene buenas palabras para el trato que reciben por parte de la Xunta de Galicia, “que se está portando de maravilla con Venezuela”.

“A nosotros nos ayudan mucho, incluso ahora, que no podemos pagar un seguro privado porque es muy caro, tenemos la Fundación España Salud, que nos da medicinas y corren con los gastos de hospitalización”, explica. Recuerda que cuando su madre estuvo enferma, la Xunta corrió con el coste de la enfermedad. “A nosotros todo nos lo cubrió la Xunta y yo no tengo cómo agradecerlo”, asegura.

“Además –continúa–, también hay ayudas económicas para la gente necesitada y como el euro está alto y el bolívar no vale nada, mucha gente vive con eso todo el año”.

Aunque participa en el programa de ‘Reencontros na Casa’ como acompañante de su marido –nacido en Mondariz– porque ella todavía no tiene la edad, María Olga Isabel se siente muy agradecida de estar en Galicia.

Respecto a las becas para cursar estudios en Galicia, Olga Martín explica que están siendo recibidas “de manera maravillosa” por los jóvenes “porque la mayoría se quiere venir a Galicia porque en Venezuela no hay futuro”.

Martín también alaba la labor realizada por la Hermandad, “que es nuestra segunda casa”, y cuya directiva, tanto la anterior como esta, “están haciendo un trabajo excelente”. “De alguna manera estamos volviendo al origen de solidaridad con la que fue fundada y a los gallegos que no tienen posibilidades no se le cobra la acción ni las mensualidades porque su lema es que ningún gallego se quede fuera de la Hermandad por no poder pagarla”.