En Guantánamo, reciben ayuda 168 mayores

Nico Medis Aura: “Para nosotros, las ayudas de la Xunta es lo mejor que hay”

Puebla de Brollón, en Monforte de Lemos (Lugo), vio partir rumbo a América, allá por los años veinte, a muchos de sus habitantes, deseosos de abrirse camino en el exterior, habida cuenta de las dificultades para hacerlo en una región como Galicia, castigada en aquellos tiempos por el hambre y las condiciones adversas.

Nico Medis Aura: “Para nosotros, las ayudas de la Xunta es lo mejor que hay”
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Nico Medis, coordinador de Guantánamo.

Puebla de Brollón, en Monforte de Lemos (Lugo), vio partir rumbo a América, allá por los años veinte, a muchos de sus habitantes, deseosos de abrirse camino en el exterior, habida cuenta de las dificultades para hacerlo en una región como Galicia, castigada en aquellos tiempos por el hambre y las condiciones adversas.
Entre los que abandonaron esas tierras a comienzos del siglo pasado rumbo a Cuba para ocuparse en la cosecha de café figuran el abuelo y el padre de Nico Medis Aura, hoy en día coordinador de la Comunidad Gallega Hijos de Galicia de Guantánamo, y quien se encarga de repartir las ayudas por razón de necesidad que concede la Xunta a los solicitantes que residen en la mencionada provincia cubana.
Alrededor de 300 personas están inscritas en la comunidad gallega en Guantánamo, de las cuales 168 son beneficiarias de estas ayudas, la mayoría de ellas, mayores de 70 años y enfermas, asegura Nico Medis.
“Para nosotros, [las ayudas de la Xunta] es lo mejor que hay, comentó el presidente de la coordinadora a ‘Galicia en el Mundo’ con motivo del reparto de las ayudas que les llegaron este año y que los beneficiarios dedican sobre todo a abastecerse de productos alimenticios de primera necesidad.
Ingeniero agrónomo de profesión, Mico Medis también vivió un tiempo en Galicia, cosa que no pudo hacer su padre, pues, por razones económicas, no tuvo ocasión de volver a la comunidad autónoma. Santiago de Compostela fue su lugar de asentamiento durante dos años, y Medis califica esta estancia como “muy buena, muy agradable y muy tranquila”. 
Sin embargo, su vinculación familiar con Cuba (en Puebla de Brollón ya no tiene familia) lo devolvió de nuevo a la isla, donde se ocupa también de atender a las demandas de la colectividad en la provincia, bien respondiendo preguntas, bien gestionando papeles.