Su autor, el escritor pontevedrés Xulio Ríos, lo presentó en la Casa de Galicia

El libro ‘Pepe Castedo. Vida y Azares. De la Guerra Civil Española a la Revolución Cultural China’ se presentó en Madrid

El escritor pontevedrés Xulio Ríos presentó este jueves en la Casa de Galicia en Madrid el libro publicado por Teófilo Edicións ‘Pepe Castedo. Vida y Azares. De la Guerra Civil Española a la Revolución Cultural China’, del que es autor. 

El libro ‘Pepe Castedo. Vida y Azares. De la Guerra Civil Española a la Revolución Cultural China’ se presentó en Madrid
Xulio Ríos con su libro en primer plano
Xulio Ríos, durante la presentación de su libro.

El escritor pontevedrés Xulio Ríos presentó este jueves en la Casa de Galicia en Madrid el libro publicado por Teófilo Edicións ‘Pepe Castedo. Vida y Azares. De la Guerra Civil Española a la Revolución Cultural China’, del que es autor. La obra, de pequeño formato y encuadernada en tela, con tapa dura, está escrita en español y en chino, y dedicada a la figura de Pepe Castedo, nacido en Madrid de madre ferrolana, que hizo historia en la China de Mao, donde impartió docencia hasta 1979. Ha sido publicada por Teófilo Edicións.

En la presentación de la obra intervinieron, además del autor y el gerente de la editorial, José Luis Teófilo Piñeiro, el exembajador de España en China Felipe de la Morena y Calvet, el escritor Juan Morillo, la periodista Ana Fuentes y el delegado de la Xunta y director de la Casa de Galicia, José Ramón Ónega López. Entre los asistentes había algunos alumnos chinos de Pepe Castedo que residen en España.

Ónega explicó que el libro trata de la enigmática vida de Pepe Castedo, un personaje interesantísimo, apodado ‘El Gallego’, hijo de asturiano y ferrolana, que tras la guerra civil se exilió en Francia y que posteriormente, en 1964, establecidas las relaciones diplomáticas entre Francia y la China Popular, se trasladó a Pekín como experto extranjero, una figura muy prestigiosa en China, con un estatus que podría calificarse de paradiplomático, donde entre otros acontecimientos históricos vivió la Revolución Cultural.

También presentó al resto de los intervinientes, que conversaron entre ellos respondiendo a las cuestiones que les planteaba la periodista Ana Fuentes, columnista del diario ‘El País’ y excorresponsal en Pekín, que se interesó por cómo el autor del libro llega a la figura de Castedo, cómo era la China a la que llegó, la figura de los “expertos extranjeros” de los que formó parte, por sus posicionamientos políticos y gestos como rebajarse el sueldo a la mitad así como por su muerte en soledad, entre otras cosas.

De la Morena y Calvet, el embajador que instó la concesión de la Cruz de Alfonso X El Sabio que recibió Castedo en 1980 en reconocimiento a su excelencia educativa, se refirió al autor y la vocación intelectual que vuelca sobre China para centrarse después en el libro sobre José Castedo, ‘el Maestro Pepe’, como le llamaban sus alumnos”.

Según el exembajador, este libro “es fruto de una difícil investigación por las escasas fuentes documentales que hay. Ello, no obstante, Ríos consigue descubrir a su personaje a través de sus compañeros de trabajo en Pekín. Narra sus desengaños juveniles tras pasar por la URSS y enfrentarse a una China donde, dos años después de su llegada (1964), comienza la Revolución Cultural, verdadero atentado a la inteligencia, que desató las pasiones más bajas del ser humano. Sus alumnos le decían –como me contó– cuando todo había pasado: ‘Maestro Pepe si es que ahora no sabemos pensar”.

Resaltó también que “su desengaño, que incluyó una huelga de hambre, le llevó a volcarse en la enseñanza del español, entregándose totalmente a sus alumnos. Estos le devolvieron su entrega y dedicación con extraordinario cariño, respeto y admiración, lo que personalmente pude comprobar cuando conseguí que se le condecorara con la Orden de Alfonso X El Sabio, en reconocimiento a su labor de enseñanza del español, acto al que asistieron cientos de antiguos alumnos y personalidades chinas muy relevantes del mundo de la Cultura”. “Tras su desencanto de una China que él había idealizado, regresó a España para refugiarse en su familia, que también le falló. Quienes no le fallaron nunca fueron sus alumnos chinos que admiraron en él su total entrega y su actitud inflexible contra todo tipo de injusticias”, añadió.

Ríos abordó los principales aspectos del proceso de elaboración del libro y del personaje, con especial incidencia en la recogida de testimonios múltiples. También Morillo y Teófilo se habían referido con anterioridad a la figura de Castedo y, el editor, a la idea de dedicarle este libro.

José Castedo Carracedo, conocido como ‘El Gallego’, obtuvo el estatuto de refugiado político en Francia tras la guerra civil española y en 1964 cambió París por Pekín, donde impartió docencia hasta 1979, enseñando español con métodos autodidactas; llegó a ser el único profesor de español que había en Pekín y sin enseñar prácticamente gramática sus alumnos aprendían a comprender y hablar en español llegando a ejercer como excelentes traductores e intérpretes. Se dice que además trabajó en varias publicaciones y medios informativos e incluso que colaboró en la edición en español del Libro Rojo de Mao. En París gestionó su traslado a Pekín como “zhuan jia” o experto extranjero, una figura que en China gozaba de un gran reconocimiento y que le confería un estatus paradiplomático.

Vivió la Revolución Cultural China de principio a fin. Protagonizó uno de los episodios más sonados entre la comunidad de expertos extranjeros, que se vieron obligados a seguirle: sin previo aviso, decidió rebajarse el sueldo a la mitad y trasladarse a vivir con los chinos a los precarios dormitorios de la escuela, abandonando el confortable Hotel de la Amistad donde estaba. Su simpatía con los ideales maoístas no le impidió expresar su malestar con una huelga de hambre cuando los Guardias Rojas prohibieron la música de Beethoven de la que tanto gustaba. En 1979, decide regresar a España.  Tenía 65 años.

Cuando en 1981 regresó a China para ser honrado con la Cruz de Alfonso X El Sabio en la Embajada española en presencia de numerosos altos funcionarios chinos, muchos de los cuales habían sido sus alumnos, dejó entrever su arrepentimiento por aquella decisión. Intentó quedarse, pero ya no era posible su regreso a las aulas. Después de un tiempo residiendo en Málaga se trasladó a su Madrid natal, donde no halló el cobijo que esperaba. Deprimido, se suicidó el 24 de diciembre de 1982.