DENUNCIAN QUE DEBEN NAVEGAR POR UNA PáGINA QUE CONTIENE PUBLICIDAD PORNOGRáFICA

Indignación de padres de alumnos de las ALCE por las deficiencias de una web de uso obligatorio para sus hijos

La lucha contra el desmantelamiento de las clases de las ALCE (Aulas de Lengua y Cultura Españolas) cobra más fuerza que nunca en Alemania tras la denuncia de un grupo de padres y madres indignados por las deficiencias de una página web de uso obligatorio para sus hijos, que contiene publicidad pornográfica.

Indignación de padres de alumnos de las ALCE por las deficiencias de una web de uso obligatorio para sus hijos
Pornografia ALCE1
Pantallazo de las páginas del curso on line con la publicidad pornográfica en la parte superior.

La lucha contra el desmantelamiento de las clases de las ALCE (Aulas de Lengua y Cultura Españolas) cobra más fuerza que nunca en Alemania tras la denuncia de un grupo de padres y madres indignados por las deficiencias de una página web de uso obligatorio para sus hijos, que contiene publicidad pornográfica.

El ALCE es uno de los sistemas educativos más antiguos impartidos por el Ministerio de Educación que cuenta con unos setenta años de historia y cuyo fin es mantener el vínculo con España, con su cultura, su idioma y sus raíces. Como todo sistema educativo ha sufrido diversos cambios a lo largo de estos años. Hasta la aprobación de la Nueva Resolución en mayo del año pasado, las ALCE se disponían en tres horas presenciales una vez a la semana. La nueva resolución aplica una reducción de una hora y media presencial y otra hora y media para cursar de forma ‘on line’ a través de una plataforma virtual conocida como Aula Internacional (AI) para los primeros niveles A1 y A2 y, extensible en un futuro a los niveles B y C.

Esta nueva reforma se presentó a los padres camuflada en un engaño. Las tres horas presenciales se mantendrían y el aula internacional se convertiría en un soporte complementario al proceso de enseñanza-aprendizaje presencial; sería un aula adaptada a las necesidades de los alumnos; mejoraría la calidad de la enseñanza; facilitaría la comunicación entre los alumnos de diferentes países; fomentaría la participación de proyectos comunes; haría más visibles las enseñanzas a los padres convirtiéndose en un espacio colaborativo entre ellos, los profesores y los alumnos y nunca sería algo sustitutivo de las clases presenciales.

La realidad es bien distinta. Actualmente, se ha impuesto una sustitución obligatoria de las clases presenciales; es un espacio obligatorio para los padres que acaban ejerciendo de profesores de sus hijos; es un sustitutivo en toda regla con consecuencias como la expulsión para aquellos que no la cursen; no se adaptan a la necesidad de los alumnos pues son niños muy pequeños y algunos de ellos aún no saben leer y escribir o no poseen los conocimientos necesarios para estar de manera autónoma delante de un ordenador.

El descontento de los padres arranca de esta imposición tan radical y firme por parte del Ministerio de Educación español. Piensan que reducir las horas presenciales a la mitad es excesivo y pretender sustituirlas por actividades ‘on line’, principalmente en los más pequeños es algo inadmisible porque, precisamente, son los alumnos más jóvenes los que asisten con mayor frecuencia a las clases presenciales y defienden que interactuar con sus compañeros y el contacto directo con el profesor es el mejor puntal pedagógico y educativo. Los alumnos más mayores poseen un cimiento más sólido del español como lengua materna, disponen de más autonomía y soltura con las nuevas tecnologías y, debido, principalmente, a los horarios escolares en el país de acogida les dificulta asistir a clases tantas horas por lo que el Aula Internacional podría ser un complemento.

Los padres han tenido que asimilar que están obligados a poner ante un ordenador a sus hijos pequeños para aprender español a través de una plataforma que comprende una serie de americanismos, vídeos que no funcionan, enlaces que ya no están en uso, ejercicios que se bloquean, errores gramaticales en las actividades, español de Sudamérica, enunciados en inglés, desviaciones al francés... En definitiva, una serie de enlaces a otro tipo de plataformas. En el caso del nivel A1 se registra un 80.90% de enlaces externos, en el nivel A2.1 de un 88.37% y en el nivel A2.2 de un 69.70% lo cual genera un caldo de cultivo perfecto para virus, cookies, publicidad, etc. Como dato sorprendente, los propietarios de estos dominios desconocen que el Ministerio de Educación utiliza sus temarios para crear el Aula Internacional. Durante la realización de las actividades ‘on line’, algunos padres se han encontrado con la aparición de portales publicitarios, algunos de ellos muy tentadores para los niños al tratarse de vídeo juegos o, en el peor de los casos, vídeos pornográficos.

Este último hallazgo ha saltado la voz de alarma de unos padres indignadísimos y desesperados; unos padres que velan por una educación digna, de calidad y segura para sus hijos pero que, desgraciadamente, el Ministerio de Educación les ofrece un copia y pega de otros temarios ‘on line’ como única plataforma obligatoria accesible para estudiar español cuya calidad e inseguridad tienta la moral del menor y pone, una vez más, en entredicho la ‘Marca España’.

Reunión con la consejera de Educación, Mercedes de Castro Ruiz

Con “ésto son lentejas, o las comes o las dejas” abrió la consejera de Educación de Alemania, Noruega, Finlandia y Suecia su discurso sobre la situación de las ALCE a los padres convocados en el Instituto Cervantes de Frankfurt el pasado viernes. No estuvo acertada en sus explicaciones, las cuales provocaron más indignación y malestar en los presentes.

“Estoy aquí para escuchar y recoger todas vuestras críticas pero, para acotar, os adelanto que no van a cambiar nada en el Ministerio. No se va a eliminar el Aula Internacional. Se mantendrán las clases presenciales de hora y media y se cursará la hora y media restante a través de la plataforma virtual de forma obligatoria. El AI no va a desaparecer, es obligatoria, no complementaria, es excluyente, el alumno que no asista o no entre en la plataforma la hora y media semanal, será expulsado. Se han suprimido horas presenciales porque el niño se levanta a las siete de la mañana de media y está en el colegio alemán hasta las dos o cuatro de la tarde por lo que más horas de estudio perjudicaría el rendimiento. No se han eliminado profesores. Los profesores no van a aumentar aunque dos interinos y uno por oposición no den clases el año próximo, es decir, habrá más niños y menos profesores pero ésto no depende de mí ni del Ministerio sino de las administraciones públicas. Se está estudiando la posibilidad de dos horas presenciales y una ‘online’. Soy una mera mandada del Ministerio de Educación. Estoy obligada a reunirme con los padres dos veces al año y desconozco cuándo se recibirá una respuesta por parte del Ministerio. En breve recibirán un correo con las instrucciones para matricular a sus hijos; quien no esté de acuerdo que no rellene la solicitud. En el futuro está prevista la ampliación de la enseñanza no presencial a otros niveles. Comprendan que el Ministerio les pone a su alcance y, de forma gratuita, un instrumento de enseñanza para colaborar y pasar un tiempo libre con sus hijos. Si se niegan a poner a sus hijos delante de un ordenador les están condenando a ser unos analfabetos informáticos. Yo no les voy a mentir, no puedo asegurarles ni confirmarles que el AI es una plataforma segura”.

Estas y muchas más manifestaciones de la consejera han llenado su discurso explicativo. En el ambiente se palpaba el desconocimiento del funcionamiento del AI y sus infinitas deficiencias que ha intentado recopilar con la ayuda de sus asesor José Luis Fernández Ruiz para, según ella, trasladar a Madrid y, así, poder mejorar la calidad de la plataforma a la cual muchos alumnos no han podido acceder a día de hoy.

Los padres han insistido en su desacuerdo ante tal imposición y manifestaron su continuidad en la lucha por una educación digna , de calidad, segura y sin porno. Han valorado, cínicamente, la valentía de la consejera para enfrentarse en un cara a cara con los padres para venderles un producto invendible y le han exigido que no decida cómo deben pasar los padres el tiempo libre con sus hijos.

Una madre indignada ante la presentación del AI como un instrumento gratuito puesto por el Ministerio de Educación a los hijos de emigrantes españoles residentes en el exterior respondió:

“Hasta noviembre de 2013, los emigrantes trabajadores han inyectado en España 4.661 millones de euros. En todo el año 2012 fueron 5.922 millones, a falta de la estadística del cierre de 2013, que quizá supere con creces el 2012. ¿ Con todo el dinero que los emigrantes enviamos a España no cree que tenemos derecho a pedir un poco de atención? Si piensan que somos tontos, que nos pueden tomar el pelo y que por ello vamos a aceptar las migajas que nos echen, están equivocados. Queremos una educación digna y de calidad para nuestros hijos”. 

“No queremos que desaparezca la presencialidad en las aulas del ALCE. No queremos que se nos imponga una plataforma cuya calidad educativa deja mucho que desear, y cuya seguridad está en entredicho, y no es que sólo lo queramos, es que lo exigimos porque tenemos derecho a ello. Así que por favor, transmítale a quién tenga que transmitirle nuestro descontento para que actúen. Las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina y somos muchos votantes emigrantes los que ahora mismo no estamos de acuerdo con la forma que tienen de tratarnos”.

En resumen, la consejera presentó una serie de argumentos y respuestas llenas de contrariedades donde se palpó el principio del fin de las ALCE.

Quejas y peticiones de los padres

“Nosotros estamos a favor de una plataforma virtual segura y con buen material y que la hora y media virtual no sea obligatoria y excluyente sino que se convierta en un instrumento complementario y que no sustituya a las clases presenciales de tres horas. Queremos que la plataforma sea un proyecto con presencia y, por tanto, con responsabilidad absoluta del Ministerio de Educación y no como hasta ahora donde la presencia de agentes privados y externos supera con creces el 65%. Los dominios externos no son controlados por el Ministerio. Queremos que la plataforma no se utilice hasta que no cumpla con los requisitos mínimos de seguridad y educativos que garanticen el buen aprendizaje de nuestros hijos. No entendemos muy bien la figura del profesor virtual, que en algunos casos tiene más de cien niños a su cargo y en muchos casos no es el mismo que el presencial, puede ser un profesor de ParÍs, Suiza, Australia, EE UU, etc. Se requiere que el tutor virtual sea el profesor de las clases presenciales, para que la plataforma funcione correctamente. Que teniendo en cuenta que los cursos van destinados a personas con nacionalidad española, no se entiende que las personas encargadas de las traducciones se correspondan con otros países de habla español, pero que sin embargo utilizan terminología y expresiones que distan muchísimos de las utilizadas en España. Pedimos más profesores para que no estén mezclados niños de todos los niveles en un mismo aula. Hasta ahora puede haber hasta 23 niños de distintos niveles en un solo aula para un profesor. Pedimos un material adaptado al nivel escolar del niño. Cada padre es libre de educar como quiera a su hijo y decidir cuÁndo y cómo usar el ordenador, sin que deba ser impuesto por ninguna administración. Según la consejera, los cursos nos salen gratis, pero sin embargo, ¿quién nos paga el ordenador, la línea ADSL todos los meses (40 euros al mes), el impuesto por tener un ordenador en casa (unos 18 euros al mes), sin contar que los cuadernillos nos han costado dinero y no estamos conformes con su contenido? Creemos que pagamos suficientes impuestos en España y mandamos suficiente dinero a España, según las estadísticas, para que nuestros hijos reciban una educación digna en el exterior y no tenemos que dar las gracias a nadie. ¿Qué pasa con los padres que no saben manejar un ordenador y no tengan línea de internet ni ordenador? Aún hay niños que no pueden acceder a la plataforma por no tener contraseña, ¿qué pasa con esas horas perdidas? Cada padre es libre de educar como quiera a su hijo y decidir cuándo y cómo usar el ordenador, sin que deba ser impuesto por ninguna administración. Que los padres estamos dispuestos a no parar hasta que se atiendan estas peticiones, utilizando todos los medios que estén en nuestro alcance, y todo ello teniendo en cuenta que cada día que pasa es un retraso en la enseñanza de nuestros hijos, y por supuesto, que cada vez son más españoles los que están emigrando”.

Los padres seguirán luchando incansablemente en Alemania y, para todo aquel que quiera colaborar con ellos, les facilitan su correo electrónico: [email protected]