El secretario general participó en el curso de migraciones de la UNED de Pontevedra

Herrero se muestra partidario de instalar mesas electorales en el exterior para votar en igualdad de condiciones

El sistema del voto rogado “es malo y negativo” y las cifras demuestran que “dificulta” la “participación” de los residentes en el exterior interesados en pronunciarse en los procesos electorales que se celebran en España, por lo que se hace necesario modificarlo para “ponerlo fácil” y una buena medida podría ser “instalar mesas electorales en el exterior”, dijo José Manuel Herrero en Pontevedra.

Herrero se muestra partidario de instalar mesas electorales en el exterior para votar en igualdad de condiciones
Intervención de Herrero1
José Manuel Herrero, durante su intervención en el curso sobre migraciones en Pontevedra.

El sistema del voto rogado “es malo y negativo” y las cifras demuestran que “dificulta” la “participación” de los residentes en el exterior interesados en pronunciarse en los procesos electorales que se celebran en España, por lo que se hace necesario modificarlo para “ponerlo fácil” y una buena medida podría ser “instalar mesas electorales en el exterior”, dijo el secretario general de la Consejería de Presidencia de la Junta de Castilla y León, José Manuel Herrero, durante su intervención esta mañana en el curso sobre migraciones que se celebra en la UNED de Pontevedra.

Herrero destacó que las cifras demuestran que el sistema debe ser cambiado, ya que el porcentaje de votos de los españoles que viven fuera pasó del 31,7% en las generales de 2008 al 4,9% en las de 2011, tras la entrada en vigor ese mismo año de la reforma de la Loreg, que incluía este requisito para el colectivo con el fin de evitar que se produjeran irregularidades en el voto exterior.

Sin embargo, sobre el nuevo método para votar desde el exterior “hubo escasa publicidad, se acortaron los plazos” y produjo “un agravio comparativo” respecto al resto de españoles que viven en el territorio, ya que, una vez solicitado el voto, “empieza un proceso complejo y mucho más complicado” que el habitual. Por eso, no dudó en calificar el sistema de “malo y negativo”, aunque reconoció que lo difícil es establecer una alternativa válida y que sea aceptada por todos.

En este contexto, el secretario general abogó por instalar mesas electorales en el exterior con un representante en cada mesa, para que los integrantes de la diáspora puedan ejercer ese derecho en condiciones de “igualdad” a como lo hacen los residentes en el país.

Con este método, no se equipararían las facilidades a las que tienen en España, porque la población en el exterior está muy dispersa, pero “se podría avanzar bastante”, ya que el escrutinio y el resultado se podría obtener de “manera rápida”, dijo.

Esta medida evitaría también que se pusiera el acento sobre los residentes en el exterior a la hora de contabilizar los votos, ya que no habría que esperar por los resultados y no se estaría dando la sensación de que el voto exterior decide, como se ha dicho en más de una ocasión.

Por eso, antes de mayo o junio del año próximo, fecha para la que están previstas nuevas convocatorias municipales en España, debería tenerse estudiado otro sistema que “facilite” la participación de los españoles de fuera en las elecciones, apuntó Herrero.

El secretario general hizo alusión al voto rogado como parte de las medidas sobre participación de los ciudadanos en el exterior en la vida política, que fue desgranando durante su ponencia en el curso. En este apartado también habló de la importancia del sufragio pasivo, con especial referencia a la creación de circunscripciones propias para el exterior, “lo que reforzaría los vínculos con la colectividad política” y permitiría a los implicados “defender sus propios derechos” en las Cortes. Sin embargo, apuntó que incluir esta medida requeriría de una reforma de la Constitución Española, ya que la Carta Magna recoge que es la provincia la circunscripción electoral.

Una alternativa posible podría ser crear en el Congreso una comisión parlamentaria únicamente dedicada a la emigración, dijo el secretario general, quien adelantó, entre otras de las medidas de carácter político para mejorar la participación, la iniciativa desarrollada por el Gobierno de Castilla y León para abrir la Administración a los ciudadanos poniendo a su disposición los datos con los que cuenta, fomentando la participación, así como la colaboración a través de sistemas que entrelacen la relación de lo público y lo privado con los ciudadanos.

Para ello, es importante el uso de las nuevas tecnologías, apuntó, y “facilitar que el acceso a los mecanismos se pueda hacer de manera más fácil y en igualdad de condiciones con los del territorio nacional”.

En el apartado de participación social, otro de los aspectos sobre los que versó su intervención, Herrero hizo alusión al funcionamiento de los CRE –Consejos de Residentes Españoles–, que realizan labores de asesoramiento para mejorar la vida de los ciudadanos que viven fuera, y del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, del que forman parte integrantes de los CRE de distintos países del mundo, así como representantes de las administraciones central y autonómica y sindicatos, entre otros. Al respecto, detalló algunas de las cuestiones que se abordan en los plenos de este organismo, que se celebran una vez al año, y lamentó el desconocimiento que muchos de los residentes en el exterior tienen acerca de la existencia de estos dos organismos de representación de la España exterior, así como de aquellos con los que cuentan las comunidades autónomas, y que tienen el mismo objetivo, y de las asociaciones creadas fuera, que juegan un papel importante, ya que ofrecen “un canal de interlocución que facilita el conocimiento de la realidad” española y de cada una de sus regiones y favorecen el desarrollo de los programas que ponen en marcha las administraciones para colaborar con la diáspora.

Por lo que respecta al apartado cultural, otro de los que configuraban la base de su disertación, Herrero se mostró favorable a facilitar el acceso a la cultura y la lengua de las colectividades a través de tres vías. Por una parte, dando a conocer la cultura española y los nuevos movimientos culturales en el país; el acceso a la educación y la lengua de los descendientes en el exterior y recopilar, reconocer y definir las manifestaciones culturales de los ciudadanos del exterior.

Al respecto, señaló que las nuevas tecnologías “facilitan mucho que se siga conociendo Castilla y León”, tanto en lo que se refiere a su cultura, como a los programas de retorno o los viajes que se programan para que la gente visite la región.

También habló de las becas que concede su departamento para que los que viven fuera y tienen vinculación con Castilla y León estudien en las universidades de la Comunidad y destacó el papel de las asociaciones en la vida cultural.

Sobre los ejes de la política del Gobierno autonómico en materia de emigración, aludió a los programas de atención individual a personas en situación de especial necesidad, a los presos privados de libertad, a través del proyecto +34, y los programas de retorno para los jóvenes, para abrirles la posibilidad de poder retornar a la región.

El secretario general consideró “fundamental” el curso “de un fenómeno como es la emigración” y se refirió a los derechos que amparan al colectivo, recogidos en la Constitución, en el Estatuto de los Ciudadanos Españoles en el Exterior, así como en los estatutos de las propias comunidades autónomas.