“Me gustaría quedarme en Galicia a vivir y si mis hijas lo eligen también, yo estaría feliz”

“Me gustaría quedarme en Galicia a vivir y si mis hijas lo eligen también, yo estaría feliz”
image11
Jeanette se hace una autofoto en su juguetería-librería Pintaletras.

De América a Europa, a Francia y a Bélgica, y de ahí a Galicia. “La gente se pregunta cómo pude llegar de París a A Estrada”. Y es que la vida de Jeanette “era muy diferente” por aquel entonces. Se fue de Venezuela con 21 años y aquella “era una vida de estudiante, y era maravilloso estar allí”. Pero una vez nacieron sus dos hijas, “estar en París hubiese sido un infierno”, reconoce. Además, “cuando llegas a un lugar, si te pones a comparar, no te va bien en ningún sitio, porque todo es diferente. Todo tiene sus ventajas y sus desventajas. Hay diferencias, pero tratas de buscarle el lado bueno a las cosas y vivir con lo que hay”. “Hay mucha gente que emigra y llega quejándose o comparando lo que hay en un sitio y en otro, y así nadie se puede integrar”, apunta.

En su caso, el hecho de que haya recalado en un pueblo “relativamente pequeño” no le molesta mucho. Al contrario, “llega un momento en que quieres tranquilidad, quieres paz, que todo esté cerca y que todo sea fácil”, y “yo prefiero criar a mis hijas en un lugar así. De hecho, busqué un colegio pequeño para ellas, con poca gente, donde todo fuera tranquilo. Quería algo familiar”.

Después de lo vivido en otros lugares, la experiencia en Galicia le está resultando positiva y este es el lugar en el que le gustaría residir. También para sus hijas, aunque su deseo es que “mientras puedan, viajen, recorran mundo y aprendan el mayor número de idiomas posible, porque eso te enseña más que ninguna universidad”.

“Yo me quise ir lo más lejos posible de Venezuela–asegura–, pero llega un momento en que las raíces te llaman y quieres retornar al lugar donde está la familia”.

“Qué recorrido tendrán ellas, no lo sé, pero yo les transmito que viajar es muy bueno”, dice, y añade: “Después ellas elegirán donde quieran estar, pero si eligen Galicia, yo estaría feliz”.

En su cabeza, y como mujer emprendedora que es, siguen anidando nuevas ideas, como la de montar otra tienda de libros y juguetes educativos, pero esta vez en Silleda, o en Lalín tal vez, y poder contratar a jornada completa a la empleada que ahora tiene a tiempo parcial en A Estrada.

Su otro gran sueño es montar una consultoría psicológica, como la que tenía en Bélgica. Pero para eso necesita tiempo y verse un poco relajada de las cargas familiares que todavía tiene porque sus hijas aún son muy pequeñas. Sin embargo, asegura que el trabajo con las personas en ese campo es algo que echa mucho de menos.