El cónsul general en Salvador de Bahía se despidió por carta tras 4 años de estancia

Gonzalo Fournier se despide del cargo compartiendo con Julián Marías el “amor y apego” a Bahía y a los bahianos

Representar y servir a los diez mil hispano-brasileños que hacen a España grande en Brasil “fue un privilegio”, aseguró Gonzalo Fournier, en su carta de despedida como cónsul general de España en Salvador de Bahía. “Sus abuelos y bisabuelos –prosiguió– llegaron a Bahía para trabajar y vivir honestamente, dejando a las nuevas generaciones un ejemplo de esfuerzo y unión”, y en esa tierra “realizaron el mayor de los sueños: el de ser feliz”.
Gonzalo Fournier se despide del cargo compartiendo con Julián Marías el “amor y apego” a Bahía y a los bahianos
Brasil-Fournier ciudadano baiano
Gonzalo Fournier, durante el acto en el que recibió el título de ciudadano bahiano.

Representar y servir a los diez mil hispano-brasileños que hacen a España grande en Brasil “fue un privilegio”, aseguró Gonzalo Fournier, en su carta de despedida como cónsul general de España en Salvador de Bahía. “Sus abuelos y bisabuelos –prosiguió– llegaron a Bahía para trabajar y vivir honestamente, dejando a las nuevas generaciones un ejemplo de esfuerzo y unión”, y en esa tierra “realizaron el mayor de los sueños: el de ser feliz”. Es por eso que “después de cuatro inolvidables años” en el cargo, Gonzalo Fournier trajo a la memoria en su adiós como representante de España en ese privilegiado lugar del Cono Sur un capítulo del libro del filósofo español Julián Marías dedicado a Bahía, en el que afirma que encontró en ese lugar “un Brasil nuevo, diferente al que conocía” y que le “entusiasmó”.

Ese “profundo sentimiento de amor y apego a Bahía y a los bahianos” dice compartirlo el diplomático con el filósofo, ya que Bahía rebosa de “alegría”, “generosidad” y “hospitalidad”, además de mostrar “una naturaleza bellísima, colorida y exuberante”.

El cónsul, que partidó el pasado día 26 y su próximo destino es Rusia, destacó el afán de aquellos emigrantes españoles del siglo XIX y de principios del XX por contribuir al despegue de Brasil, creando empresas de todo tipo (comercio, industria, servicios y transporte), y por “cultivar su amor a su tierra natal”, fundando entidades como el Club Español, la Asociación Río Tea y Caballeros de Santiago, además del Hospital Español, contruido para “agradecer a Bahía su acogida” y mostrarles “su compromiso y solidaridad” con todos los baianos. 

“Tenemos la satisfacción de que ahora es un centro de referencia en la lucha contra el coronarivus”, apostilló el cónsul, quien añadió: “En Bahía, España es más España” gracias a los españoles que fueron el “orgullo de la epopeya colectiva que fue la emigración”.

Tras recordar la hazaña del almirante español Fadrique de Toledo, que consiguió expulsar a los holandeses de Bahía, reconoció que “decir adiós a Bahía es imposible. Porque ya forma parte de mi ser”. Por eso, continuó: será “armadura de bellos recuerdos para enfrentar el futuro incierto y esa sensación de desamparo estructural causado por la pandemia del coronavirus”.

“El título de ciudadano bahiano, que tuve el honor de recibir en la Asamblea Legislatura, confirma esa realidad: llevo Bahía en las profundidades de mi corazón, con eterna gratitud”, concluyó.