Su gran obra musical fue la creación de grupo ‘Xeito Novo’

Falleció en Buenos Aires Carlos Fernández Rial, un destacado músico gallego en Argentina

Falleció en Buenos Aires Carlos Fernández Rial, uno de los músicos y animadores culturales más destacados de las segundas generaciones de emigrantes gallegos en Argentina. Después de una larga y cruel enfermedad falleció este miércoles 10 de octubre, Carlos Fernández, para sus amigos ‘Carlitos’.Nació en junio de 1959, en una familia gallega, donde la música y la danza eran los protagonistas fundamentales.

Falleció en Buenos Aires Carlos Fernández Rial, un destacado músico gallego en Argentina
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Carlos Fernández Rial.

Falleció en Buenos Aires Carlos Fernández Rial, uno de los músicos y animadores culturales más destacados de las segundas generaciones de emigrantes gallegos en Argentina. Después de una larga y cruel enfermedad falleció este miércoles 10 de octubre, Carlos Fernández, para sus amigos ‘Carlitos’.

Nació en junio de 1959, en una familia gallega, donde la música y la danza eran los protagonistas fundamentales. También los ideales republicanos, eran parte importante de estos gallegos de la diáspora. El matrimonio dejaba atrás la represión franquista, que se cobró la vida de varios familiares.

Los Fernández Rial se instalaron en Buenos Aires en los años cincuenta, cuando aún gobernaba el general Perón. Tanto Pepe como Lola comenzaron a frecuentar la Federación de Sociedades Gallegas, los bailes del teatro Federal, etc. Allí participaban de las distintas comisiones de trabajo. Pepe especialmente fue el impulsor del fútbol, en el recreo de Punta Chica, en San Isidro. Mientras que el padre de Carlitos se caracterizó por ser un extraordinario impulsor del folclore gallego, participando en el Coro Federal, Bretemas e Raiolas y Os Rumorosos.

En la Federación participaban de la Sociedade de Boiro y del Centro Betanzos. Pepe, junto con su hermano Antonio, dio los primeros pasos para la fundación del Deportivo Español. Mientras que el primer hijo del matrimonio, Pablo, desde muy joven se destacó como un extraordinario bailarín de danzas gallegas, lo cal le convirtió en el orgullo de su hermano Carlos.

A Carlitos lo conocí a fines de los 70, cuando era muy joven. Militara en la juventud comunista, en su etapa de estudiante segundario. Fue parte –en 1973– del Círculo de la F. J. C. Julián Grimau, junto a Luís Fernández, Daniel Portas, su hermano Pablo y Patricia Portos, entre otros. Posteriormente, se fue acercando a la UES y al peronismo revolucionario.

Lo veía muy a menudo en la Federación, cuando iba a las clases de gaita del maestro Avelino. En aquella etapa empezamos una profunda amistad. Muchas veces no encontrábamos en el Centro Betanzos, que era nuestra ‘guarida’, junto al músico Carlos López García, Chucho, ‘A Porota’, el otro Carlos García. Por las noches, intercambiábamos el saludo diario de despedida, con el profesor Alfredo Bravo, que alquilaba una oficina de CETERA en el local del Centro Betanzos, de la calle México. En otra de las oficinas estaba el Centro de Rianxo, donde se compuso la mítica canción ‘A Rianxeira’.

Cuando decido en 1979, regresar a Galicia por segunda vez, Carlos decide también exiliarse. Las cosas en Argentina aún seguían muy peligrosas. Y a los dos meses estábamos viviendo juntos en el mismo piso de A Coruña. A parte de nuestra lucha por la supervivencia, nunca faltó una guitarreada. Incluso compusimos una canción a Inés Ollero, que fuera mi novia y en esos momentos estaba secuestrada por la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Juntos fuimos a entrevistarnos con Domingos Merino, el alcalde nacionalista de A Coruña, y participamos del Congreso del Partido Socialista Galego, que fundara Xosé Manuel Beiras.

También lo recuerdo junto a Alberto Varela, cuando le entregamos, en Compostela, una carta de Arturo Cuadrado a Rafael Dieste, en el homenaje póstumo a Celso Emilio Ferreiro. Una tarde fuimos a visitar la tumba de Luís Seoane en el cementerio de A Coruña. En aquella etapa, Carlos cumplió con el mandato familiar de visitar a sus familiares de aquellas tierras. Juntos fuimos hasta Monforte y Lalín, donde estaban sus orígenes. También al barrio del Viso –en Vigo–, donde vivía una parte de su familia. Hasta fundamos un equipo de futbol denominado ‘A Ponte’. Carlitos integraba el equipo y yo era el director técnico. La mayoría eran argentinos y uruguayos. Cuando terminaban los partidos, regresábamos al bar –donde era el punto de encuentro– sobre la avenida Vila de Negreira y allí celebrando con un buen vino gallego blanco. Siempre cantábamos de broma: Ganamos, perdemos, siempre perdemos!!!! El equipo siempre perdía, pero éramos felices. Como teníamos muy cerca el estadio de Riazor, los domingos que podíamos, íbamos a ver al Coruña.

Fueron muchas noches de lágrimas y alcohol, por tantas muertes ocurridas en Argentina. En uno de aquellos encuentros musicales le presente a Mari Carmen, una joven gallega, que al poco tiempo se convirtió en su primera pareja y madre de su primera hija.

También coincidimos en nuestro retorno a Argentina. Nuevamente, en la Federación, en la Oficina Española de Turismo, donde trabajaba igual que su mujer María del Carmen. Carlos, por aquellos años –al comienzo de la democracia–, comienza a impulsar su gran obra musical, que fue la creación de ‘Xeito Novo’. Una verdadera revolución musical en la colectividad gallega.

Con mi hermano Juan colaboramos –desde la imprenta de mi padre– con la impresión de los primeros sobres y papel carta de Xeito Novo. Recuerdo una anécdota muy curiosa, por los inicios de los 80 comienza a representar a una empresa que vendía aparatos de fax. Cuando me contó lo que hacía le pregunte en qué consistía. Allí me explicó verbalmente cómo funcionaba el aparato, me costó mucho entenderlo, hasta que no vi uno funcionar.

Luego, Carlos participa del CRE de Buenos Aires, es nombrado secretario general del PSOE de Argentina y funda la Agrupación ‘A Lorca’.

Con su muerte, sin ninguna duda nos deja uno de los dirigentes más importantes de las segundas generaciones de gallegos en Argentina.

Carlitos, hasta la victoria siempre!