La Fundación Hispanoamericana de Solidaridad (FHiS) proyecta una nueva expedición

Expedición Magallanes-Elcano, a 500 años de la proeza

La Fundación Hispanoamericana de Solidaridad (FHiS), creada en Santiago de Chile, en diciembre de 2008, cuyo principal fundador es Alfredo Vega Bueno, nieto de emigrantes españoles, hoy director ejecutivo de la entidad, ha tenido desde sus inicios como objetivos el apoyo y formación de los jóvenes más desfavorecidos. Conversamos con él en la terraza de Estadio Español de Las Condes. Nos habló de sus principales motivaciones para esta gran iniciativa solidaria.

Expedición Magallanes-Elcano, a 500 años de la proeza
Alfredo Vega con talentos de la fhis
Alfredo Vega con talentos de la Fundación Hispanoamericana de Solidaridad.

La Fundación Hispanoamericana de Solidaridad (FHiS), creada en Santiago de Chile, en diciembre de 2008, cuyo principal fundador es Alfredo Vega Bueno, nieto de emigrantes españoles, hoy director ejecutivo de la entidad, ha tenido desde sus inicios como objetivos el apoyo y formación de los jóvenes más desfavorecidos. Conversamos con él en la terraza de Estadio Español de Las Condes. Nos habló de sus principales motivaciones para esta gran iniciativa solidaria.

De acuerdo a sus estatutos, la FHiS tiene como objetivo principal el “fortalecimiento del desarrollo juvenil”. De tal manera que “los esfuerzos se dirigen concretamente a lograr un fuerte sentimiento solidario hacia los jóvenes, poniéndoles en el centro de las preocupaciones y comprometiéndose con su futuro, conscientes de su importancia para lograr un Chile mejor”.

Alfredo se muestra algo reticente en hablar de sí mismo, pero resulta inevitable que se refiera al leitmotiv esencial de su vocación de servicio solidario en el marco de la hispanidad. “El mejor ejemplo lo recibí de mis abuelos, que arribaron a Chile como tantos emigrantes hispanos, con el afán de acceder a mejores condiciones de vida sobre la base del trabajo tesonero y constante. En este país encontraron apoyo solidario y eso les hizo consolidar un sentimiento de gratitud, entendido como compromiso de restituir a la sociedad lo recibido. Yo heredé –puedo decirlo– este anhelo y me propuse ser útil para futuras generaciones, incorporando a los jóvenes, dentro del amplio concepto de la unidad hispanoamericana, motivándolos también a mirar su entorno con ojos solidarios”.

Entre las numerosas actividades y tareas emprendidas al amparo de la Fundación, orientadas a rescatar y proyectar el desarrollo de talentos juveniles en las artes, especialmente en la música, proveyéndoles de medios económicos y técnicos para obtener pasantías de aprendizaje, destaca hoy el magno proyecto de emulación juvenil de aquel viaje llevado a cabo hace cinco siglos, bajo el comando señero de dos grandes visionarios: los marinos Hernando de Magallanes y Sebastián Elcano.

Así se describe este formidable proyecto que espera el auspicio material de las grandes empresas españolas de España y de Chile: “La Expedición Magallanes-Elcano (1519-1522) cumple 500 años, y la FHiS quiere rememorarla el próximo año 2019 con un viaje educativo para que sus jóvenes participantes profundicen en los lazos de nuestra historia común entre Chile y España, entre todos los pueblos iberoamericanos, a través de los valores de la primera expedición que dio la vuelta al mundo y que, según Antonio de Pigafetta, el cronista de aquella inolvidable proeza, estuvo compuesta por 237 expedicionarios de diferentes nacionalidades. Todos ellos tuvieron que enfrentarse a grandes dificultades durante un periplo incierto, valiente y arriesgado. Superaron conflictos, hambrunas, enfermedades, deserciones, agotamiento, tempestades, miedo, naufragios… Solo 18 de los componentes de aquella mítica expedición consiguieron llegar a Sanlúcar de Barrameda tres años después gracias a su perseverancia, sacrificio, tenacidad e ilusión”, explica Alfredo Vega.

“Esta expedición que proyectamos hoy –sigue explicando el director ejectuvio de la FhiS–, quiere rendir homenaje a estos marinos haciendo un periplo que recuerde los lugares más emblemáticos recorridos por la navegación originaria y otros donde existen huellas y testimonios históricos de la proeza, tanto en Chile (Santiago de Chile, Valdivia, Puerto Montt y Punta Arenas, donde existe una réplica de la Nao Victoria, la única que terminó la Primera Vuelta al Mundo), como en España (Getaria, Valladolid, Madrid, Sevilla y Sanlúcar de Barrameda), y en Portugal (Miranda do Douro y Sabrosa, el pueblo natal de Hernando de Magallanes). Y además, realizando un programa académico y de aventura que se centre en los principales problemas de la sociedad actual: conflictos sociales, medioambiente, sostenibilidad, desigualdad, y las posibles soluciones a los mismos. Nuestra inspiración se fundamenta en el Crucero Universitario por el Mediterráneo de 1933, cuya reseña de relación consigna: ‘Este viaje se pudo realizar gracias a la Institución Libre de Enseñanza, a la Universidad Complutense de Madrid, a la Universidad de Arquitectura de Barcelona y al dinero que aportó Ortega y Gasset que había conseguido en sus conferencias. Participando como profesores Gregorio Marañón, José Ortega y Gasset, Manuel García Morente, Manuel Ballesteros, o Juan Zaragüeta; y como alumnos Julián Marías, Isabel García Lorca, Carlos Alonso del Real, Salvador Espriu, Soledad Ortaga, Antonio García y Bellido o Manuel Granell, entre otros muchos”.

“Expedición Magallanes-Elcano, La Primera Vuelta al Mundo es la primera expedición del programa Vuelta al Mundo (VaM). Programa que pretende rescatar ese espíritu del Crucero Universitario por el Mediterráneo y plasmarlo a través de un viaje con un profundo sentimiento solidario y un despertar a la necesidad de la sustentabilidad. -Una experiencia personal y académica en la que se integrarán, entre otros, contenidos educativos, culturales y actividades de aventura”, comenta Alfredo Vega.

“Para llevar a cabo este objetivo –continúa con su explicación– hemos diseñado para sus integrantes un viaje distinto e inolvidable, en el que planteamos una experiencia relacionada con la interculturalidad, el patrimonio histórico artístico, el esfuerzo personal, la sostenibilidad, los problemas sociales, y por supuesto todo lo relacionado con la aventura y el respeto por la naturaleza. En definitiva, al igual que para los navegantes que circunnavegaron por primera vez el mundo, será un desafío, una nueva forma de ver y conocer el mundo. Estos nuevos navegantes aprenderán otra forma de viajar y de relacionarse con los demás y con el medio ambiente”.

Pregunta. Más allá del homenaje conmemorativo náutico, ¿qué persigue este proyecto?

Respuesta. El objetivo del proyecto es crear un espacio de conocimiento mutuo entre los expedicionarios chilenos y españoles, donde los estudiantes con menos recursos puedan establecer relaciones, no solo académicas, sino de valores y vínculos de amistad. El conocimiento ya no es solo a través del profesorado y los contenidos académicos de la programación, sino que pasa a ser un conocimiento compartido y horizontal, es decir, entre los propios navegantes, que se enriquece a través de la convivencia y el intercambio entre ellos. Se trata de sacar el aula y hacerla extensible a cualquier espacio y lugar, a cualquier momento de esta aventura única e innovadora.

P. Está contemplada entonces una instancia académica…

R. La propuesta es partir de un programa académico básico organizado por las instituciones educativas de Chile y España, que desarrollará aquellos aspectos comunes que más interesen al conocimiento mutuo, la sostenibilidad y el medio ambiente. Este programa irá acompañado de otro programa cultural y de aventura para que los navegantes puedan conocer, de primera mano, la historia que compartimos y además vivirla en forma de actividades deportivas y de esfuerzo compartido. Además el proyecto es fundamentalmente un programa de valores como la superación, aventura, solidaridad, interculturalidad, igualdad y otros muchos más que cambiarán la forma de percibir y entender el mundo de nuestros expedicionarios. Un ejemplo es la realización de marchas estudiando el medio ambiente, la sostenibilidad, las nuevas tecnologías, la historia y la antropología, para hacer mejorar y crecer el conocimiento del otro, las sociedades y la cohesión del grupo. Asimismo, esta dimensión académica podría repercutir en forma de crédito en la formación de los estudiantes participantes.

P. También se contempla lo que la Fundación entiende como “Dimensión Sostenible”.

R. La expedición es también un viaje para hacer comprender la importancia de la convivencia del ser humano con el medio y su entorno. De esta forma, el programa integra en su ejecución múltiples actividades en vínculo con estas enseñanzas. Incluso durante la realización de las etapas de selección, ejecución y huella posterior, se fomentará el uso de métodos en concordancia con este objetivo de sostenibilidad para que la expedición sea un modelo ejemplar de sostenibilidad, gestión social, gestión económica y ambiental. Asimismo se trabajarán los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible promulgados por la ONU y aprobados por todos los países que la componen para 2030. Es muy importante la alineación del programa con detalles específicos de los patrocinadores y participantes de instituciones, agencias y empresas privadas. De esta forma, los conceptos y ventajas que ofrecen, queden plasmados en forma de aprendizaje ejemplarizante en los navegantes, y que así adquieran nuevas formas de pensar y de actuar por la sostenibilidad actual y futura.

P. ¿Cómo se estructura y organiza la Expedición 1519-2019?

R. Se trata de un evento de carácter anual. La expedición se llevará a cabo en el periodo vacacional de los estudiantes, siendo julio el mes más aconsejable por logística y costes del viaje. Las Instituciones participantes fijarán un proceso de selección paralelo entre Chile y España donde se definirá un programa de puntos que se computarán con méritos académicos, deportivos y de esfuerzo solidario o sostenible con el objetivo de seleccionar 50 participantes, 25 chilenos y 25 españoles de escasos recursos económicos. El destino en esta primera edición será Chile, Portugal y España. La expedición se desarrollaría durante 21 días, 11 en Chile y 10 en España y Portugal.

Ambicioso proyecto

Sin lugar a dudas, se trata de un ambicioso proyecto, de amplia repercusión, no sólo en el mundo iberoamericano, con la inclusión de Portugal, una de las mayores potencias marítimas del siglo XVI, proveedora de insignes navegantes, como el propio Hernando de Magalhaes, quien hubo de recabar apoyo financiero y logístico en España para articular su célebre armada y llevar a cabo la mayor hazaña marítima de la Historia.

Tanto Alfredo Vega Bueno, su director ejecutivo, como los demás directores de la Fundación: Manuel Llaneza Jove, presidente; Juan Valle Erazo, secretario; Meritxell Ubach Gili, tesorera; Sergio Martínez Baeza, director; Nancy de la Fuente Hernández, directora; y un amplio equipo de adherentes y colaboradores, están comprometidos y empeñados en la ejecución exitosa del proyecto. Para ello se requiere un financiamiento estimado en $300.000.000 (trescientos millones de pesos chilenos), equivalentes hoy a $390.000 (trescientos noventa mil euros). Una cifra enorme para la Fundación, pero accesible apelando al aporte de bancos y empresas nacionales y transnacionales, españolas y latinoamericanas. En este empeño, el cronista hace un llamado a la solidaridad efectiva para la consecución del hermoso proyecto Expedición Magallanes-Elcano.