Opinión

Esclavitud en Europa

Según un informe previo del Parlamento Europeo (PE), unas 880.000 personas ejecutan trabajos bajo condiciones de “esclavitud” en la Unión Europea (UE). En Europa habría unas 3.600 organizaciones criminales mientras el cybercrimen genera ganancias de 290.000 millones de euros y el tráfico ilegal de órganos y de animales de unos 26.000 millones.
Este problema parece invisible a los ojos de la opinión pública, aunque no tan invisible para el ciudadano de a pie, que sí observa síntomas de esta esclavitud en la prostitución, la droga, etc. Un cuarto de las 880.000 personas sometidas a esta “esclavitud moderna” estaría atrapado en el mundo de la explotación sexual.
Precisamente, la prostitución y el tráfico de personas son prolíficos desde Europa del Este, los Balcanes y Turquía como paso de la periferia ex soviética desde Asia Central al Cáucaso. En la mayoría de los casos, la población inmigrante sufre estas secuelas.
Este mismo informe considera que la corrupción se ha convertido en un problema sumamente serio para la UE, siendo un vértice más del problema de la esclavitud de personas. Según este informe, tan sólo en el sector privado se han detectado 20 millones de casos de corrupción que han generado pérdidas de 120 millones de euros anuales.
Este problema eufemísticamente denominado la “esclavitud moderna” se hace más patente en la Europa de la crisis económica, donde la precariedad laboral bien podría estar alentando la profusión de actividades ilícitas, especialmente en los campos de la prostitución, el narcotráfico y el contrabando.
El impacto social de este problema intensifica aún más la necesidad de concreción de políticas sociales de asistencia y de cooperación policial exhaustiva para perseguir las redes criminales, no limitándose a la “criminalización” de quien sufre estos problemas, por coacción, chantaje y presión de las mafias. La estabilidad europea no se mide sólo por la aplicación de políticas públicas y medidas anticrisis sino por una mayor conciencia ciudadana sobre esta vergonzosa “esclavitud moderna”.