Ninguno de los 1.962 envíos a La Habana había llegado a su destinatario el 3 de julio

Correos ya alertó el pasado 9 de julio a la Junta Electoral Central de las dificultades para votar desde Cuba y Venezuela

Correos ya alertó el pasado 9 de julio a la Junta Electoral Central de las dificultades para facilitar el voto de los gallegos y vascos en el exterior en Cuba y Venezuela en los comicios autonómicos del pasado 12 de julio. Se informa de que tanto los problemas de transporte con La Habana, como la distribución de los envíos una vez en la isla y las trabas burocráticas impuestas por el Gobierno cubano hacen muy complicado responder a las demandas de los votantes del CERA.
Correos ya alertó el pasado 9 de julio a la Junta Electoral Central de las dificultades para votar desde Cuba y Venezuela

Correos ya alertó el pasado 9 de julio a la Junta Electoral Central de las dificultades para facilitar el voto de los gallegos y vascos en el exterior en Cuba y Venezuela en los comicios autonómicos del pasado 12 de julio. En una nota remitida por el secretario general y del Consejo de Administración de Correos, Julio Víctor González, al presidente de ese organismo, se informa de que tanto los problemas de transporte con La Habana, como la distribución de los envíos una vez en la isla y las trabas burocráticas impuestas por el Gobierno cubano hacen muy complicado responder a las demandas de los votantes del CERA. Así lo explica González, atendiendo a la demanda trasladada por el vicepresidente y consejero de Presidencia de la Xunta, Alfonso Rueda, a la Junta Electoral Central para conocer la evolución del transporte internacional de los envíos electorales con vistas a la participación del 12-J.

Ninguno de los 1.962 envíos realizados a Cuba había llegado a su destinatario el pasado 3 de julio, según confirma el servicio de Correos en el escrito. Un día antes llegaron a La Habana 13 recipientes con dichos envíos, pero su distribución parecía “muy complicada”, según detalla el escrito.

El país caribeño resultó el más afectado para hacer llegar a los interesados este tipo de documentación, pese al “significativo esfuerzo logístico” que desarrolló el servicio de Correos para tratar de hacer llegar la documentación a los votantes. En aras de propiciar un buen desarrollo de dichos procesos, el organismo postal constata que se buscaron alternativas de transporte, se colaboró con la Oficina del Censo Electoral para agilizar la gestión de los depósitos y se puso en marcha un dispositivo específico para la admisión y curso de los envíos desde Galicia y País Vasco a la Oficina de Cambio Madrid-Barajas de salida al exterior, entre otras medidas. A nivel institucional, se entablaron comunicaciones con los operadores postales de destino con el objeto de que se procurara la entrega de la documentación con la mayor celeridad.

Pese a ser Cuba el país más perjudicado para emitir el voto por las restricciones del coronavirus, la situación también repercutió en otros países. 

Como consecuencia de la declaración del estado de alarma, el 19 de marzo de 2020 se cerraron los servicios de correspondencia y paquetería con Venezuela, medida que seguía en vigor el pasado 4 de julio. La nota denuncia que “la situación de la operatividad de los servicios postales venezolanos es confusa”, ya que, en la práctica, los servicios prestados “son mínimos”. También constata que el operador privado encargado de la distribución de las certificaciones electorales en los países en los que los servicios postales no están operativos “no tiene servicio con Venezuela”, por lo que se plantearon vías alternativas que tampoco dieron sus frutos, como, tratar de hacer llegar las certificaciones a los electores a través de la compañía Cubana de Aviación.

Del total de 13.580 envíos realizados, 2.249 habían sufrido retraso a 3 de julio, por lo que el 16,6% no llegó a recibirse aún en esa fecha. Destacan los 24 de Francia, de los 2.756 envíos ejecutados, o los 30 de Bélgica, de 297. En Irlanda, de 159 faltaban 23 por recibir y en Estados Unidos, de 1.895, eran 18 los que sufrían retraso.

El escenario de pandemia afectó a operadores con escasas capacidades técnicas, pero también a otros con altos niveles de desarrollo, como es el caso de Estados Unidos o Canadá, que también sufrieron “serios problemas de retraso en la ejecución de las operaciones internacionales y en la distribución de los envíos”, recoge la nota.