La institución ha reforzado la enseñanza a distancia por medios digitales

El coronavirus obliga a cancelar clases de español y actos en cuatro de cada cinco centros del Cervantes

En torno al 80 por ciento de los centros y aulas del Instituto Cervantes en el exterior se ven afectados por la pandemia del coronavirus, lo que ha obligado a muchos de ellos a posponer las actividades culturales o a suspender las clases presenciales de español. Esto último se intenta compensar con un refuerzo de la enseñanza a distancia por medios digitales. 

El coronavirus obliga a cancelar clases de español y actos en cuatro de cada cinco centros del Cervantes

En torno al 80 por ciento de los centros y aulas del Instituto Cervantes en el exterior se ven afectados por la pandemia del coronavirus, lo que ha obligado a muchos de ellos a posponer las actividades culturales o a suspender las clases presenciales de español. Esto último se intenta compensar con un refuerzo de la enseñanza a distancia por medios digitales. 

En cambio, hay una quincena de sedes en las que por el momento no ha cambiado la situación. Son los centros de Albuquerque, Belo Horizonte, Calgary, Curitiba, Dakar, Hanói, Kuala Lumpur, Porto Alegre, Recife, Río de Janeiro, Salvador, São Paulo, Sidney y Yakarta. 

El Instituto Cervantes adopta las decisiones sobre cada centro siempre en función de las medidas impuestas por las autoridades del país correspondiente para luchar contra la propagación del COVID-19. La información sobre la situación en los centros puede consultarse en la página web, que se actualiza a diario. 

La reducción o eliminación temporal de clases presenciales en los centros del Instituto Cervantes diseminados por los cinco continentes no significa que no se imparta enseñanza de español. Bien al contrario, este obligado cambio de funcionamiento está potenciando la enseñanza digital, por la que la institución viene apostando con fuerza en los últimos años. 

Diversos centros están estudiando o implementando alternativas no presenciales para el ámbito formativo, basadas principalmente en las múltiples posibilidades que ofrece el Aula Virtual de Español (AVE).

Así, Dublín ha organizado que los cursos cortos se terminen en línea (los cursos largos e infantiles quedan aplazados), y los alumnos accederán a matrícula gratis del AVE. También en Budapest los cursos de adultos vigentes se finalizarán con el aula virtual AVE. En Chicago se está trabajando en la transición hacia la enseñanza digital, y en Francfort también se potencia la formación online de los grupos del AVE, aunque por ahora sigue habiendo grupos presenciales.

En cuanto a la fecha de apertura, algunos centros concretan, en lo posible, el día en el que prevén reanudar la actividad. El próximo 23 de marzo se haría en Seúl; el 24 en Praga; el 25 en Atenas o Nicosia; el 29 en Argel o Dublín, y el 31 en Budapest. 

Ya el mes próximo, se espera reabrir los centros de Milán y Roma (el 3 de abril), Tel Aviv (el 13) o Munich (el 19), si bien las diversas fechas pueden sufrir variaciones. 

En Hamburgo, la suspensión de clases durará hasta el 29 de marzo, mientras que la actividad cultural no se reanudará hasta el 30 de abril, todo ello debido a la prolongación de las vacaciones escolares del Estado de Hamburgo. También el 30 de abril volverá a funcionar la actividad presencial en el Observatorio de Harvard, ya que es cuando esta veterana universidad reabrirá sus puertas.

En algunos centros se mantiene la actividad docente, pero no la cultural, como en Manila o Tokio. El centro de Estocolmo también ha suspendido la actividad cultural, pero la académica sigue activa y adaptada a preferencias de grupos y profesores. Belgrado no ofrece clases presenciales pero sí diversos actos culturales, siempre que los asistentes no superen el aforo máximo permitido de 50 personas.

Frente a estas previsiones o cálculos de fechas de reapertura, otros muchos centros no concretan cuándo se normalizará la situación y se limitan a informar del cierre temporal “hasta nuevo aviso”.

Muchas de las bibliotecas, por su parte, también se ven afectadas por el cierre de la actividad presencial. Aunque la lectura en sus salas no está disponible, la mayor parte de ellas siguen efectuando préstamos de libros, bien a los socios que lo solicitan en persona o bien por internet en su Biblioteca Electrónica.