“Hay que cambiar este sistema; espero que los demás partidos lo entiendan”, dijo

Borrell asegura que el cambio en el sistema de ‘voto rogado’ es una de las prioridades de su Ministerio

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha asegurado que el cambio en el sistema de ‘voto rogado’ para españoles en el exterior y la reestructuración y financiación de la oficina Marca España son dos de las prioridades de su Ministerio.

Borrell asegura que el cambio en el sistema de ‘voto rogado’ es una de las prioridades de su Ministerio

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha asegurado que el cambio en el sistema de ‘voto rogado’ para españoles en el exterior y la reestructuración y financiación de la oficina Marca España son dos de las prioridades de su Ministerio.

En su intervención en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Borrell ha considerado que el ‘voto rogado’ por el que los residentes en el extranjero que deseen ejercer su derecho a voto en las elecciones españolas deben realizar personalmente los trámites, “no fue una buena idea”.

Así, ha recordado que antes de que se instaurara este sistema votaba el 35 por ciento de los españoles en el extranjero y ahora solo lo hace el 5 por ciento.

“Hay que cambiar este sistema; espero que los demás partidos lo entiendan” y apoyen la reforma que propondrá el Gobierno y que contará con las necesarias “precauciones para evitar cuestiones de fraude y de abusos”, ha dicho.

Marca España

En cuanto a los “necesarios cambios” en la estructura y funcionamiento de Marca España, el ministro ha comenzado por agradecer la labor realizada por el hasta ahora alto comisionado del Gobierno, Carlos Espinosa de los Monteros, que ha sido capaz de realizar una gran labor sin contar con medios ni estructura propia, “colgada del limbo” con unas “condiciones atípicas que una administración no debe aceptar”.

No obstante, ha dicho, “Marca España no puede continuar como está, tiene que ser un instrumento dotado de recursos, de capacidades, de personal”, capaz de ayudar a la tarea de “presentar a España como lo que es, una ‘full democracy”.

Recuperaba así, en el turno de preguntas, una de las ideas desarrolladas en su intervención inicial en la que argumentó que una de las prioridades del Ministerio de Asuntos Exteriores debe ser contrarrestar la publicidad negativa lanzada contra España y la imagen “seriamente dañada” en el exterior de su democracia, sistema político y judicial.