Más de 200 invitados asistieron al acto, en el que hubo un espectáculo de flamenco

Antonio Gil de Carrasco se despidió del Cervantes de Tokio, después de cinco años como director

Tras cinco años sustentando el cargo de director del Instituto Cervantes más grande del mundo, el de Tokio, Antonio Gil de Carrasco dijo adiós a Japón, rodeado de todos los que han colaborado con él y, como no podía ser de otra manera, al ritmo de flamenco.

Antonio Gil de Carrasco se despidió del Cervantes de Tokio, después de cinco años como director
Antonio 2
Gil, con algunos de los participantes en el acto de despedida.

Tras cinco años sustentando el cargo de director del Instituto Cervantes más grande del mundo, el de Tokio, Antonio Gil de Carrasco dijo adiós a Japón, rodeado de todos los que han colaborado con él y, como no podía ser de otra manera, al ritmo de flamenco.

Los bailarines españoles residentes en Japón Antonio Alonso y Benito García, con sus respectivos cuadros flamencos, organizaron un espectáculo de ‘Flamenco y Poesía’ bajo el título ‘La Maleta’, de una gran calidad artística.

Al acto asistieron, además del embajador de España, 12 embajadores latinoamericanos, tres embajadores árabes, incluido el embajador de Argelia donde será su próximo destino, el secretario general del Parlamento japonés, Shinji Mukoono, junto con representantes de todas las instituciones académicas y culturales con las que ha trabajado a lo largo de los últimos cinco años.

Al final del acto tuvo lugar la parte más emotiva. La Asociación de amistad de la Universidad de Salamanca en Japón en manos de su presidente, embajador Tanaka, elogió con entusiasmo el trabajo realizado en Japón por Antonio Gil y el catedrático Norio Shimizu envió un mensaje desde España en nombre de todos los hispanistas japoneses agradeciendo el trabajo y la cercanía del homenajeado.

Pero lo más bonito del acto fueron los mensajes de los poetas españoles Carlos Marzal, José María Álvarez y Luis García Montero, junto con el mensaje del director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, que elogiaron la labor de Antonio Gil de Carrasco en todos los países donde había prestado sus servicios, convirtiéndose, en palabras de Villanueva, en el mejor representante posible de nuestra lengua y cultura en el extranjero. El acto acabó con un cóctel que la esposa y los compañeros de Antonio Gil prepararon para los más de 200 invitados que llenaron el auditorio del centro.