El presidente de Casa de Galicia de Montevideo aludió a los valores que el gallego “lleva en su genética”

Alberto Iglesias: “Recibo esta Medalla con gran satisfacción y en nombre de todo el legado y esfuerzo de nuestros mayores”

La Medalla del Parlamento de Galicia a la emigración es un acto de “estricta justicia”. De lo que se trata es de que “se reconozca el esfuerzo sostenido que tantos gallegos han hecho a lo largo y ancho del mundo por mantener la raíz y por las sociedades que los acogieron”, de lo que “permanecemos enormemente agradecidos”.

Alberto Iglesias: “Recibo esta Medalla con gran satisfacción y en nombre de todo el legado y esfuerzo de nuestros mayores”
Un momento de la intervención de Alberto Iglesias, durante el acto de entrega de las Medallas.

La Medalla del Parlamento de Galicia a la emigración es un acto de “estricta justicia”. De lo que se trata es de que “se reconozca el esfuerzo sostenido que tantos gallegos han hecho a lo largo y ancho del mundo por mantener la raíz y por las sociedades que los acogieron”, de lo que “permanecemos enormemente agradecidos”. Por eso “recibo esta Medalla con gran satisfacción y por todo ese legado y el esfuerzo que hicieron nuestros mayores”, que supieron inculcar a sus hijos sentimientos como “el trabajo, el esfuerzo, el sacrificio, el desprendimiento y la generosidad”, que “hoy están en crisis, pero que nos representan a los gallegos”.

Así se expresó el presidente de la Casa de Galicia de Montevideo, Alberto Iglesias, al recoger el pasado sábado la Medalla del Parlamento de Galicia en nombre de una entidad centenaria que, junto con la Hermandad Gallega de Venezuela, se ha ganado a pulso el ser reconocido como miembro nato de la Comisión Delegada del Consello de Comunidades Galegas.

En presencia de los presidentes de la Xunta y del Parlamento, Alberto Núñez Feijóo y Miguel Santalices, respectivamente, y de todos los invitados que llenaban el Salón dos Reis del Pazo do Hórreo, Iglesias dijo sentirse vinculado “desde muy temprana edad” a la colectividad, y se reconoció “hijo de Uruguay”, pero también “absolutamente, hijo de Galicia”, y a quien hoy le toca el “gran honor de presidir” la Casa de Galicia de Montevideo, entidad “líder en salud en Uruguay”, señaló.

Por eso, se mostró “muy emocionado” y aseguró que era “muy lindo” lo que se estaba viviendo ese día. “Nunca pensamos que nos pudiera tocar en lo personal”, pero es de “estricta justicia” la decisión tomada por el Parlamento y el hecho de que se haya acordado por unanimidad.

“Está perfecto que los gallegos de todos los pensamientos filosóficos, de todos los compromisos políticos coincidieran en esto”, manifestó, porque esto “es un acto de justicia real que se hace en homenaje a quienes, desgarrados en sus sentimientos, se desprendieron de sus hijos que salieron a la aventura porque no le podían dar lo que un padre desea para sus hijos. Y eso no fue tarea sencilla”, apostilló. Sin embargo, supieron darles “amor, convicciones y valores que representa el gallego allá” y que ahora ellos tratan de inculcar en sus hijos, “valores que están en crisis, pero que el gallego lo tiene natural porque lo lleva en su genética”, concluyó.