El director general percibe que los problemas “se han enquistado” con el tiempo

Agustín Torres pide a los consejeros “ilusión” para afrontar el futuro porque los nuevos cargos “tienen crédito”

Los problemas de la emigración “se han enquistado” con el tiempo. Esa es la sensación que a lo largo de esta sesión vespertina se ha despertado en el nuevo director general de Migraciones, Agustín Torres, después de escuchar las exposiciones de los consejeros que desde ayer se dan cita en Madrid para asistir al II Pleno del VII Mandato del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE).

Agustín Torres pide a los consejeros “ilusión” para afrontar el futuro porque los nuevos cargos “tienen crédito”
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Agustín Torres, durante su intervención en el Pleno del CGCEE.

Los problemas de la emigración “se han enquistado” con el tiempo. Esa es la sensación que a lo largo de esta sesión vespertina se ha despertado en el nuevo director general de Migraciones, Agustín Torres, después de escuchar las exposiciones de los consejeros que desde ayer se dan cita en Madrid para asistir al II Pleno del VII Mandato del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE).

Los problemas derivados del voto rogado y aquellos que limitan la obtención de la nacionalidad a todos los hijos de la diáspora, así como los referidos a cuestiones de tipo social y asistencial fueron expresados un año más por los representantes de la emigración que asisten a este foro en representación de los países de acogida de españoles en el exterior.

Durante su intervención, y ante las continuas quejas por el modo en que los dirigentes políticos afrontan sus problemas, el director general les pidió “ilusión” para afrontar el futuro, porque “creo que tenemos crédito”, dijo, en alusión a los nuevos dirigentes que se encargarán de encaminar las acciones de la diáspora en lo que queda de legislatura. “Hacemos lo que decimos”, dijo Torres, con afán de levantar el ánimo de los presentes, ante los que se comprometió a tratar de solucionar los problemas pendientes con “sensibilidad”.

No obstante, reconoció también que esa sensibilidad no es suficiente”, por lo que se mostró dispuesto a pelarse para obtener unos presupuestos adecuados que permitan sacar adelante los proyectos. Porque “sin presupuestos, todo son buenas palabras”, apostilló Agustín Torres, quien abogó por “situar a la ciudadanía en el centro de los objetivos del Gobierno”.

El director general aludió al trabajo realizado por la Dirección General de Migraciones durante el tiempo que permaneció al frente del departamento (entre 2004 y 2009) y al respecto, se felicitó por los cambios que aprecia en la composición del pleno, hoy en día integrado por un considerable número de mujeres y jóvenes, porque “hemos luchado por eso”, aseguró.

Torres recordó que en 2005 se comenzaron a elaborar “planes con políticas novedosas”, y “se hablaba de renovación” cuando no había comisiones de mujeres ni jóvenes, y el tiempo ha demostrado “que se pueden hacer las cosas de otra manera”.

También se refirió al equipo que se formó entre la Dirección General y los consejeros en la legislatura 2004-2008 para impulsar las políticas de los residentes en el exterior y de los retornados y hoy, “a los jóvenes los hemos echado de este país”. “Estamos expulsando a los mejores talentos” y esto es “un fracaso como país”, denunció, al tiempo que aseguró que “hay que poner el foco en los que quieren volver”, porque “es muy distinto” hablar de “emigración de oportunidad” que de “emigración de necesidad”.

Respecto a las situaciones que se están viviendo en Venezuela y Argentina, entre otros países, “no se van a olvidar” y lo importante es ver “cómo lo hacemos”, dijo Torres, quien concluyó su discurso ante los consejeros comprometiéndose a “hacer lo imposible por mejorar lo que se ha hecho en los últimos años.