Las agrupaciones Galicia y Unión Gallega se preguntan “¿por qué elecciones?, si veníamos tratando de negociar la venta del Centro, que era la solución”

Patricia Pérez y Mirta Polín, representantes de las agrupaciones Galicia y Unión Gallega, respectivamente, se preguntan “¿por qué elecciones?, si veníamos tratando de negociar la venta del Centro, que era la solución”.

Las agrupaciones Galicia y Unión Gallega se preguntan “¿por qué elecciones?, si veníamos tratando de negociar la venta del Centro, que era la solución”
Patricia Pérez (A. Galicia) y Mirta Polín (A. Unión Gallega).

Patricia Pérez y Mirta Polín, representantes de las agrupaciones Galicia y Unión Gallega, respectivamente, se preguntan “¿por qué elecciones?, si veníamos tratando de negociar la venta del Centro, que era la solución”.

Pregunta. ¿Por qué no presentaron candidatos para la Junta Directiva del Centro Gallego?

Respuesta. Porque no podemos hacernos cargo de llevar el Centro Gallego de Buenos Aires a la quiebra, porque no nos corresponde. Eso tendrá que hacerlo la Intervención o la Justicia porque las intervenciones fueron las que contrajeron la deuda.

Nosotros tenemos que recordar que dejamos el centro con 68 millones de pesos y hoy hay más de 1.600 millones; y nosotros seguimos pagando una cuota y no tenemos servicios. Se tiene que hacer cargo de la deuda quien la contrajo.

Además, nosotros suponemos que este llamado a elecciones ha sido un manotazo de ahogado y tampoco podemos, ni debemos, hacernos cargo de eso.

Por eso, en este contexto, decidimos presentar candidatura solo para los cargos de representantes de socios donde, aun con minoría, logramos dar vuelta tres asambleas.

P. ¿Conocen fehacientemente a cuánto asciende la deuda del Centro Gallego?

R. Desconocemos el monto de la deuda actual y con todos los despidos, directos e indirectos, que hubo nos preocupa el monto de la deuda contingente por la cantidad de juicios laborales que podría haber como consecuencia.

Según el boleto de compraventa que nos acercaron, en su momento, se estaba haciendo una auditoría de la deuda con Price Waterhouse, pero no conocemos qué auditaron, no nos han comunicado el resultado de la misma.

P. Estaban en negociaciones de un boleto de compraventa del edificio del Centro Gallego, ¿qué pasó?

R. Nosotros veníamos conversando desde la última asamblea que esto se vendía; estamos aceptando una venta, con el dolor del alma, y veníamos trabajando en el boleto y reuniéndonos. Entonces, ¿cómo puede ser que en la mitad del río, nos digan paren el boleto, hay elecciones? Todo esto da que pensar. ¿Por qué elecciones?, si veníamos tratando de negociar la venta del Centro, que era la solución. Solución para los socios, para los empleados, para el pasivo, hasta para los gobiernos de España y Argentina, entonces, ¿con qué motivo?

Aparte, aparentemente todos estamos de acuerdo con la venta, ¿por qué no fuimos juntos peleando por esta historia? ¿Por qué A Terra se separa en el medio? ¿Qué intereses hay en el medio?

Desde el 20 de julio, que no hemos recibido ni una sola palabra sobre la contrapropuesta que hicimos. Alguien nos tenía que contestar, pero nadie nos ha contestado nada: ni el comprador, ni la intervención y sorpresivamente nos encontramos con un llamado a elecciones en el Centro Gallego.

P. ¿Qué condiciones pusieron para la venta?

R. La propuesta era asegurar la atención sanitaria de los socios, pero no con una propuesta básica mínima, sino con los mismos servicios que veníamos recibiendo como socios y con una cuota que tuviese los aumentos correspondientes, fijados por la Superintendencia de Servicios de Salud.

El segundo punto era el cuidado en el traspaso del personal. A nosotros no se nos pasó nunca dejar a los empleados en la calle. Ellos nos han acompañado, aun sin cobrar sueldo, por eso todos deberán ser asumidos por la compradora con el mismo cargo, antigüedad y salario. Con la devaluación, ya no hay una excusa económica.

También pedimos que el comprador se hiciera cargo de las deudas actuales y emergentes. Esas eran las premisas fundamentales.

Después una premisa negociable era el Teatro Castelao. El patrimonio cultural no se discute, eso queda para la Asociación Mutual.