Durante su mensaje de fin de año se dirigió a la “Euskadi global”

Iñigo Urkullu aseguró que “todo emigrado tiene algo de exiliado” y defendió el deber humanitario de prestar auxilio

En su tradicional mensaje de fin de año, el lehendakari Iñigo Urkullu se dirigió a la “Euskadi global. A las miles de personas que conformamos la comunidad vasca en el mundo y mantenemos la raíces que nos unen en Euskadi”.

Iñigo Urkullu aseguró que “todo emigrado tiene algo de exiliado” y defendió el deber humanitario de prestar auxilio
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Un momento del mensaje de Iñigo Urkullu.

En su tradicional mensaje de fin de año, el lehendakari Iñigo Urkullu se dirigió a la “Euskadi global. A las miles de personas que conformamos la comunidad vasca en el mundo y mantenemos la raíces que nos unen en Euskadi”.

Además de recordar que este año se conmemora el 80 aniversario del Gobierno vasco, Urkullu habló de que la historia de Euskadi “es una historia de superación”, ya que “hace 80 años muchos de nuestros antepasados tuvieron que emigrar. Fueron recibidos y acogidos. Pudieron rehacer su vida”. En su recuerdo –continuó el presidente vasco–, comparto esta idea del lehendakari Agirre: “El migrante siempre es una persona necesitada. Todo emigrado tiene algo de exiliado, el vasco que se va o el extraño que viene a Euskadi”.

En este contexto de migración, el lehendakari habló del deber humanitario de prestar auxilio “a quien se encuentra en situación extrema de padecimiento, necesidad y emergencia”. “Ser Europa, la Europa social, política, económica y cultural que anhelamos y por la que trabajamos, –dijo– supone asumir la responsabilidad en la defensa de los derechos humanos y la dignidad de las personas, de cada persona, también de los Pueblos que la integran”.

El responsable del Gobierno vasco también habló del futuro de Euskadi, “una sociedad fuerte y cohesionada. Con raíces profundas y valores sólidos. Cultura de trabajo y espíritu crítico. Respetuosa con la pluralidad y la diversidad. Convicciones éticas. Una sociedad que ha hecho una apuesta firme por la Paz”. Según aseguró Urkullu, Euskadi tiene que aprovechar este nueva etapa “para asentar una convivencia sólida y duradera”.

Urkullu también se refirió a la situación económica del País Vasco asegurando que es mejor que el año pasado. “Hemos crecido por encima de las previsiones y se crea empleo, aunque reconozco que seguimos necesitando más y de mayor calidad”, dijo el lehendakari, quien defendió la necesidad de impulsar un “crecimiento sostenible”. “Nuestro compromiso –aseguró– es colaborar con un nuevo modelo basado en el apoyo a la economía productiva, la cooperación y la concertación público-privada. Colaborar con una nueva cultura de empresa y de proyectos compartidos”.

Además, defendió la necesidad de integrar las capacidades de la juventud y crear un modelo que permita “crecer, contribuir a generar más oportunidades de empleo y de mayor calidad” y “reducir el paro por debajo del 10%”, ya que “el empleo es la mejor política social”.

Urkullu también habló de la posición del País Vasco en Europa y su interés por ganar su propio espacio en el marco comunitario. Además, “asumimos el compromiso de impulsar el proyecto Euskadi Basque Country. Nuestro compromiso es forjar un nuevo futuro político para Euskadi”.

El responsable del Gobierno vasco reconoció que a lo largo del año se habían vivido momento críticos y explicó que este iba a ser un “año fundamental para salir adelante” porque es necesario confirmar la recuperación económica.