La periodista y escritora Alejandra Plaza fue la pregonera del evento

El XXXIV Día de Galicia en Euskadi exalta los lazos que unen a ambos pueblos sin perder la identidad propia

Bajo un sol caribeño y durante cuatro intensos días, los vecinos de Sestao pudieron disfrutar del abanico de actividades gastronómicas, musicales, culturales, educativas y de carácter comercial que se organizaron el último fin de semana de septiembre en la plaza de Kasko de esa localidad vizcaína con motivo del XXXIV Día de Galicia en Euskadi, una iniciativa que se creó con la intención de estrechar lazos entre las dos patrias y las diferentes casas de Galicia esparcidas por el País Vasco.

El XXXIV Día de Galicia en Euskadi exalta los lazos que unen a ambos pueblos sin perder la identidad propia
Amparo Patiño, insignia de oro
Pilar Rodríguez -a la izda.– y Amparo Patiño, durante la celebración.

Bajo un sol caribeño y durante cuatro intensos días, los vecinos de Sestao pudieron disfrutar del abanico de actividades gastronómicas, musicales, culturales, educativas y de carácter comercial que se organizaron el último fin de semana de septiembre en la plaza de Kasko de esa localidad vizcaína con motivo del XXXIV Día de Galicia en Euskadi, una iniciativa que se creó con la intención de estrechar lazos entre las dos patrias y las diferentes casas de Galicia esparcidas por el País Vasco.

El alcalde anfitrión, Josu Bergara López, destacó la importancia de este tipo de ‘xuntanzas’ para renovar la relación y el compromiso con la comunidad gallega que en Sestao aglutina a unas 250 familias. Arropados por los presidentes de las casas de Galicia que conforman la Irmandade de Centros Galegos en Euskadi, así como de la corporación municipal del ayuntamiento de Sestao, Bergara y la presidenta de la Irmandade, Pilar Rodríguez, fueron los encargados de oficiar la inauguración del evento.

Fieles a la tradición, no faltó el habitual concurso de fotografía, empanadas y filloas, ni el certamen de poesía ‘Anduriña Voandeira’, así como la XIX Cata-concurso de vinos tintos gallegos con denominación de origen.

La simbiosis entre Galicia y Euskadi estuvo muy presente durante estos cuatro días en el corazón de la localidad sestaotarra pero, principalmente, el último día.

La insignia de oro de 2019 que concede la Irmandade recayó en esta ocasión en Amparo Patiño, mujer luchadora, emprendedora, empoderada a su tiempo que con 16 años consiguió convencer a su familia y trasladarla junto al negocio familiar a Euskadi. “Tengo el corazón repartido porque quiero a Galicia, pero amo a Euskadi”, dijo, durante el acto de homenaje.

El consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, utilizó dos palabras para su intervención: gracias y felicidades. “Felicidades –dijo– porque somos conscientes de las dificultades y el esfuerzo que os supone celebrar esta festividad y tantas otras que celebráis durante el año. Sois un ejemplo de cómo se puede mantener viva una identidad y un espíritu. Hoy hemos disfrutado de tres grandes testimonios elaborados por mujeres, por Amparo, Alejandra y Pilar a las que agradezco sus palabras y testimonio”. “Gracias –añadió– a toda la comunidad gallega por ayudarnos a conoceros mejor. Alejandra ha dicho que lleva toda la vida trabajando para que Galicia no muera en el exterior, pues, gracias a vosotros, Galicia se mantiene entre nosotros”.

El secretario xeral técnico de la Consellería de Cultura e Turismo de la Xunta de Galicia, Manuel Vila López, manifestó sentirse en la casa de los gallegos en Euskadi como en su casa. Vila aprovechó la ocasión para lanzar un nuevo reto a la Irmandade con motivo del Xacobeo 2021, para el cual ya ha comenzado un despliegue promocional importante. Compartió el interés y la importancia que un evento así supone y dijo unas palabras para el merecido reconocimiento que el Parlamento de Galicia tuvo este año con la emigración gallega al concederle el mayor galardón que puede ofrecer, la medalla de Galicia. Consciente de la simbiosis entre Galicia y Euskadi, el secretario xeral técnico felicitó a la colonia gallega por el hermanamiento adquirido durante décadas.

Un homenaje a la emigración y una declaración de intenciones, respeto y gratitud fue la base de la intervención de la escritora y periodista coruñesa Alejandra Plaza, quien actuó como pregonera de esta 34ª edición del Día de Galicia en Euskadi.

“Nunca pude imaginarme que emigrar me acercaría cada vez más a Galicia, a mis raíces, a mi niñez. Descubrí la necesidad de mostrarle al mundo, mi mundo. Me redescubrí. Tuve que irme para añorar lo que dejaba y tuve que toparme con la Galicia Exterior para valorar lo que añoraba”, dijo Alejandra en su discurso.

Por su parte, Pilar Rodríguez, presidenta de la Irmandade y de Hijos de Galicia de Sestao, relató el carácter itinerante de esta celebración: “Cada año este evento se organiza en una localidad distinta para que todo el mundo conozca el trabajo que se realiza desde la Irmandade de Centros Galegos en Euskadi como federación”. “34 años ininterrumpidos como organización –prosiguió– es un hecho para sentirnos orgullosos, pues supone un gran esfuerzo y sacrificio tanto personal como económico. Siempre me preguntan si habrá un relevo generacional, pero la verdad es que es una pregunta difícil de contestar, pues acude gente joven a los centros, pero no con ganas de ofrecer su tiempo y dedicación de manera altruista en estas sociedades”, añadió Pilar Rodríguez, para quien “las entidades están cambiando mucho y se observa un gran materialismo e individualismo”. “Quiero pensar que son características importadas de otras sociedades que nos exportan su cultura por diferentes medios audiovisuales y por ser una evolución inevitable del ser humano debido a los avances tecnológicos”, puntualizó.

El broche de oro al festival folclórico gallego con motivo del Día de Galicia en Euskadi lo pusieron los grupos de las casas de Galicia de la Irmandade, que animaron a los presentes con los bailes tradicionales de la comunidad gallega.