SECRETARíA XERAL DE EMIGRACIóN, BALANCE DE UNA LEGISLATURA

Una legislatura marcada por bajas partidas para desarrollar programas en el exterior

Tres años y medio han transcurrido desde que Santiago Camba fuera nombrado secretario xeral de Emigración de la Xunta y en todo este tiempo varios asuntos centraron la actividad de su departamento, todos ellos con un objetivo común: seguir cumpliendo con los programas orientados a los residentes en el exterior en una legislatura marcada por los recortes presupuestarios, lo que afectaría también a la partida destinada a la Secretaría Xeral.
Una legislatura marcada por bajas partidas para desarrollar programas en el exterior
El secretario xeral de Emigración y el presidente de la Xunta durante el I Congreso da Xuventude Galega no Exterior.

Tres años y medio han transcurrido desde que Santiago Camba fuera nombrado secretario xeral de Emigración de la Xunta y en todo este tiempo varios asuntos centraron la actividad de su departamento, todos ellos con un objetivo común: seguir cumpliendo con los programas orientados a los residentes en el exterior en una legislatura marcada por los recortes presupuestarios, lo que afectaría también a la partida destinada a la Secretaría Xeral. Mantener el contacto con la colectividad fue otro de los objetivos que se marcó Camba durante la legislatura, motivo por el que visitó los principales países de acogida de gallegos emigrados.

En mayo de 2009, con la vuelva del PPdeG al Gobierno gallego, Santiago Camba fue nombrado secretario xeral de Emigración de la Xunta, una semana después de que Feijóo lo situara también al frente del departamento de Acción Exterior del PP. Su elección fue vista con buenos ojos desde distintos sectores de la emigración, que destacaron la “experiencia” acumulada por el que fuera delegado de la Fundación Galicia Saúde en Buenos Aires y consejero de Trabajo de la Embajada de España en Brasilia para abordar los asuntos que atañen a los gallegos de la diáspora.
Por delante se abría una legislatura marcada por la austeridad presupuestaria que situaba la incógnita sobre la capacidad del Gobierno gallego para atender las necesidades de tipo socioasistencial y sanitario de la población, también de los residentes en el exterior. La partida de la Secretaría Xeral para 2010 supondría una rebaja del 9,5% con respecto a 2009 y afectaría a todos los apartados, incluido el de transferencias corrientes en el que se inscriben los planes de apoyo a la inmigración y emigración. Aún así, el nuevo responsable de emigración de la Xunta dejó constancia del compromiso de Galicia con la atención sociosanitaria de la diáspora durante su presencia, en el mes de agosto de 2009, en la firma del convenio entre Ospaña y Simeco para prestar atención a los españoles y gallegos residentes en Argentina. Para el Gobierno gallego, los programas sociosanitarios “son prioritarios”, recordó Camba.
Como primera medida para reducir costes en las políticas del exterior, el Gobierno gallego acordó rebajar el nivel de exigencia de las delegaciones de la Xunta en Buenos Aires y Montevideo. El traslado de la oficina en Buenos Aires al Centro Galicia de la capital argentina propició, en junio de 2009, el primer viaje oficial al exterior de Santiago Camba como secretario xeral. Y ese primer viaje no podía ser a otro lugar distinto de la ciudad de Buenos Aires, corazón de la diáspora, que alberga al mayor número de gallegos en el exterior, no en vano se le conoce como la quinta provincia gallega.
Desde junio y hasta final de año, Camba visitó una vez al mes la capital argentina –donde pudo mantener contacto con la colectividad gallega– para asistir a la inauguración de las nuevas dependencias de la Delegación de la Xunta (septiembre), presidir la reunión del Patronato de la Fundación Galicia-Saúde (octubre) y responder de las ayudas al Centro Gallego (noviembre), además de asistir al I Congreso da Xuventude Galega no Exterior (diciembre) que fue inaugurado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.